El hombre y la mujer ajena

Dentro de la dinámica de las relaciones de pareja, la infidelidad siempre ha estado presente, ha sido y es motivo de las rupturas, separación y divorcio por diferentes causas, problemas económicos, estrés, la rutina, falta de dialogo, dejaron de quererse, amarse, respetarse, se enamoraron de otras personas, se unieron por presión de la familia o la pareja estaba embarazada y por intereses económicos o por gratificaciones sexuales. Muchas veces las relaciones sexuales no son satisfactorias y las parejas la encuentran en relaciones paralelas que tiene como consecuencia que se enganchan, otros de los motivos es la falta de afecto, cariño, ternura y lo encuentran fuera del hogar.
Es humano que existan relaciones de pareja paralelas, pero la falta de sinceridad, honestidad, lealtad, guardan silencio no se atreven a conversarlo para mejorar las relaciones, existen algunas parejas que sí lo hacen y se reconcilian o terminan la relación, por lo general no lo afrontan por el temor de la pareja a perderla, por los hijos, los logros que han alcanzado ambos en diferentes aspectos que los mantiene unidos y no quieren separarse y viven una doble vida a sabiendas de todo el mundo inclusive las parejas pero no desean que se desmorone lo que han alcanzado.
Muchas relaciones fuera de las parejas pueden ser ocasional, temporal y permanente, como comúnmente se conoce la “pareja de asiento”, que se frecuentan todos los días, tres veces por semana, el fin de semana, formándose lazos afectivos fuertes, se enamoran, se juran amor eterno, las parejas paralelas no les pone límites, es consentidora, tolerante, pasiva, comprensiva, todo lo perdona, las cosas que no le gustan la dejan pasar por alto con tal de mantener la relación paralela.
Los amantes y las amantes, sienten y desean ser la pareja principal, lo anidan en su subconsciente, porque una vez que aseguran la relación vienen las exigencias, cuentas corrientes en los bancos, un automóvil, casa, seguro de vida y salud, viajes, joyas, a determinadas reuniones van juntos porque saben que es un grupo distinto de ambos sin correrse el riesgo de alguna evidencia que los perjudique, él o ella, le dice, así como engríes a tú mujer o a tú marido engríeme también, tengo los mismos derechos y te dedico más tiempo a ti.
Les voy a comentar un caso de una pareja de esposos que vivían una relación armoniosa, pero él no se sentía bien, incluso la subestimaba como mujer, madre, profesional, decía que era una cholita de poca monta, decía, el día que me enamore va a ser de una mujer guapa y efectivamente conoció a una mujer venezolana, de ojos verdes, figura esbelta con un buen don de gente, se enamoro perdidamente al punto que se divorcio de su esposa, a la amante le puso casa, carro y cuenta bancaria, incluso ella se embarazo tuvieron una nena, viajaron al extranjero y ella conoció a un italiano, que le dio vuelta y media, dejó al marido y a su hija y se mando mudar hasta el día de hoy, definitivamente no es una buena mujer ni madre, vive el momento, la música, las luces artificiales, no le interesa que pasara mañana, por lo tanto, es una mujer vacía, fatua, inmadura, débil de carácter, fácil de seducir sin prevenir las consecuencias con mal pronóstico.
Estas personalidades que viven doble vida son infelices y no hacen feliz a nadie, no saben lo que quieren, por lo general han tenido como referente a sus padres, son personas que en su interior se sienten solos y solas, llenan sus vacíos emocionales con estás experiencias nada constructivas, incapaces de mantener lazos afectivos duraderos, viven una aparente relación solida que en cualquier momento se desmorona, porque no existe el amor verdadero, que se construye con la confianza, el respeto y la admiración de la pareja.

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