El incendiario ambiente latinoamericano
El vecindario continúa agitándose. Chile y Bolivia conservan los ánimos más crispados, mientras Ecuador se mantiene expectante. Brasil ya fue víctima del ataque chavista, precisamente antes de la elección de Bolsonaro. Y Colombia, al igual que nosotros, está amenazada de una siguiente arremetida del cubanovenezolanismo. ¿Qué tal? Piñera ha recapacitado, tras su lamentable ruego de perdón a una izquierda implacablemente vandálica, negándose tajantemente a renunciar como demanda una poblada enardecida por operadores profesionales del marxismo regional. Al menos esto declaró en reciente entrevista concedida a la BBC. Entre tanto Evo Morales sigue creyendo que América Latina ya fue conquistada por el cubanovenezolanismo luego del triunfo de la plancha presidencial que integra la gran denunciada por corrupción: Cristina Kirchner. En efecto, Morales se ha atrincherado en el palacio Quemado, alegando que ganó unas elecciones transparentes. Sí señor, tan cristalinas que dejó sus huellas digitales por todas partes, confirmando un fraude descarado que se niega a reconocer. Y claro, ha llamado al felón Luis Almagro -mandamás de la OEA que responde más bien a los intereses de Castro y Maduro- para que “investigue” si hubo o no fraude electoral. ¡El gato de despensero! La respuesta obviamente será que no lo hubo. Sin embargo, la oposición ya le perdió el respeto –sobre todo el miedo- al aparato represor de Evo, y se encuentra parapetada en las calles en medio de una huelga que lleva ya dos semanas en ciudades como Santa Cruz, e incluye el bloqueo de fronteras y la paralización de todas las entidades estatales.
Los protestantes exigen la inmediata renuncia de Evo Morales a la gestión presidencial que aún ejerce. “Se nos agotó la paciencia. Por eso, en coordinación con el movimiento nacional Conade (Comité Nacional de Defensa de la Democracia) y las plataformas a nivel nacional, hemos decidido radicalizar este paro cívico nacional que ahora será indefinido e incluirá el cierre de todas las instituciones estatales así como las fronteras. Lo único que quedará expedito es el funcionamiento de los aeropuertos internacionales, los servicios básicos esenciales y las emergencias médicas”, sostiene este líder cruceño Luis Camacho. Asimismo le dedicó esta catilinaria al tirano venezolano Maduro. “A ese dictador le digo que este pueblo no recibe órdenes ni de Cuba, ni de Venezuela ni de Norteamérica. Nosotros tenemos todo el poder para respaldar nuestra democracia y nuestra soberanía”, dijo este aguerrido líder boliviano en alusión a estas declaraciones de Maduro en solidaridad con Morales: “El ultimátum (de las organizaciones populares bolivianas) para que renuncie Evo se parece mucho a los ultimátum que me dieron este año.”
Apostilla. La temperatura sigue subiendo en esta parte del continente, mientras Donald Trump se desentiende debido al proceso de “impeachment” que lo atormenta y amenaza agudizarse. No obstante, Washington necesita conjugar lo que ya está ocurriendo en su patio trasero. Cuba y Venezuela –con Rusia y China aplaudiendo y el Foro de Sao Paulo como ejecutor- hoy amenazan con comunizar México aprovechando la presidencia de López Obrador. Y por extensión, pretenden comunizar a toda la región. ¿Qué hará EE.UU.?
