El invierno se viene
¿Está el Gobierno consciente de la desaceleración de la economía?
Al mejor estilo de la serie de televisión ‘Juego de Tronos’, los Caminantes Blancos avanzan incontenibles sobre el “muro” de la economía peruana mientras que nuestras autoridades se debaten en un juego de poder estéril confiados en que nuestro muro resistirá el embate de las amenazas externas. Nuestras autoridades no perciben que en su lucha por el poder están dinamitando el propio muro que es la Constitución. Las perforaciones al modelo económico consagrado en la Constitución de 1993 son cada vez más frecuentes y no cejarán hasta lograr su reforma y la vuelta al modelo económico socialista imperante en el “velascato” y en los ochenta.
Los resultados económicos divulgados esta semana por la Sunat, INEI y el BCRP no hacen sino confirmar lo que hemos venido sosteniendo hace seis meses en esta columna, que la economía mundial y por ende la peruana ha entrado en un ciclo de desaceleración. A pesar de estas realidades las autoridades insisten en su irracional euforia con proyecciones de crecimiento por encima del 4 % para los próximos años. Han pasado seis meses desde que se dio la voz de alarma de la desaceleración mundial y las autoridades no han tomado ni una sola medida para hacerle frente. Por el contrario, han aprobado un presupuesto expansivo y recientemente han aumentado las pensiones, vienen estudiando un nuevo aumento del sueldo mínimo y han cedido en el ámbito de la legalidad a las presiones de las comunidades indígenas en el sector minero y el de hidrocarburos.
Mientras tanto, la recaudación de impuestos viene desacelerándose significativamente como consecuencia de la caída del precio del cobre. En términos reales la recaudación tributaria cayó 0.83 % en marzo y creció apenas 0.8 % en abril el mes más importante en términos de recaudación. En el Gráfico 1 se muestra como el crecimiento del acumulado de los 12 últimos meses de la recaudación se ha venido desacelerando y esta tendencia debe continuar para el resto del año especialmente ahora que el precio de cobre ha descendido por debajo de los US$ 2.70 la libra (los estimados del BCRP y el MEF asumen un precio del cobre promedio de US$ 3.00 la libra).
En el frente externo las noticias también son alarmantes. Las exportaciones y las importaciones continúan desacelerándose. Las exportaciones han caído por seis meses consecutivos. En el mes de marzo cayeron 11.8 % y en abril cayeron más de 4 % (datos preliminares de Sunat). Las importaciones por su parte cayeron 7.3 % en marzo y más de 1 % en abril. En el Gráfico 2 se presenta la evolución del crecimiento de las exportaciones e importaciones acumuladas de los últimos 12 meses para remover la estacionalidad de las series. Se percibe claramente el ciclo descendente del comercio mundial iniciado a mediados del año pasado y que las autoridades han dejado de considerar en sus proyecciones. El ciclo descendente debe continuar hasta el último trimestre de este año, aunque podría alargarse como en el periodo 2012 – 2015 si es que persiste la guerra comercial entre EUA y China y que ahora ha devenido en una guerra tecnológica derivada de las sanciones impuestas a la empresa Huawei de China por parte del gobierno americano.
Al deterioro de la situación fiscal y del sector externo se le suma la desaceleración del crecimiento de la inversión, pieza clave para la recuperación económica. La inversión bruta fija total según los datos del INEI apenas creció en términos reales 1.37 % en el primer trimestre de este año, muy por debajo del 5.29 % registrado en el último trimestre de 2018 y de las expectativas del Gobierno. En el Gráfico 3 se muestra la evolución del crecimiento de la inversión buta fija real acumulada de los últimos cuatro trimestres. Se observa una vez más la conformación del ciclo descendente que se registra en los otros indicadores de la economía peruana.
Las autoridades se han aferrado a la recuperación de la inversión en el transcurso del año como elemento clave del crecimiento superior al 4 %. Sin embargo, no solo están enfrentando el viento en contra del escenario externo, sino que las decisiones que toma, o deja de tomar, limitan claramente el crecimiento de la inversión. Ceder a las presiones de las comunidades andinas en el caso de Las Bambas es un claro ejemplo de esta actitud.
La actitud de las autoridades es como la de la reina Cersei Lannister en ‘Juego de Tronos’. Prefieren que el sector privado se enfrente a las hordas de Caminantes Blancos sin su ayuda. Mientras que la reina y sus adláteres preparan su reforma política y de la Constitución que los perennice en el poder, los Stark del sector privado se enfrentarán solitarios a los Caminantes Blancos de la desaceleración económica.
Lo que Cersei y sus adláteres no saben es que con su actitud están preparando su propia caída, pero que lamentablemente en su caída arrastrarán al sufrimiento innecesario de una gran parte de la población.
