El karma de un dictador
¿Qué ha aprendido Alberto Fujimori de su paradójica y controvertida vida política? Fue un destacado rector universitario, presidió la fenecida Asamblea Universitaria, embarcado en su proyecto político vendió una original trilogía de promesas; “honestidad, tecnología y trabajo” se montó en un modesto tractor y fue suficiente para arrasar con el ego del connotado y laureado escritor y adversario político para finalmente ya vencido se autoconfinara en un infierno de odios y resentimientos imborrables, a su vez el contexto del milagro japonés y potencia económica exportó una filosofía de éxito que arropó oportunamente la candidatura de AFF para finalmente convertirlo en un presidente sui géneris; un afortunado ingeniero agrónomo y migrante japonés, nacido curiosamente un 28 de julio y “predestinado” a cambiar el Perú gracias a millones de peruanos que lo eligieron, convertido en el “chinito”, asemejado con miles de peruanos de ojos rasgados o achinados, Fujimori” se convertía en presidente de todos los peruanos.
La historia pasada de AFF desde que el Doc apareció en su vida política contiene episodios y acusaciones indefendibles, las denuncias de corrupción, violaciones sistemáticas a los derechos humanos, hasta delitos de lesa humanidad a consecuencia de la seducción y voracidad por el poder que inexorablemente los llevó a la dictadura que forjaron, destruyendo logros como la modernización del Estado, la mejora de la economía y la lucha contra el terrorismo.
Gracias a la eficacia del controvertido indulto humanitario de PPK y el TC permitió a AFF gozar de dicho derecho de gracia presidencial y disfrutar de la libertad que hoy por causa de su enfermedad usufructúa, ha empezado brindando su opinión política a un medio de comunicación, justificando el mandato de Dina Boluarte, pidiendo preservar el orden constitucional y apostar a la culminación del mandato presidencial hasta el 2026 y a su vez atenuando los “errores” de Montesinos.
Sus críticos más feroces han salido a cuestionar ácidamente por haber emitido su declaración política, en ese carnaval se han sumado fariseos y caviares “asqueados” atacando implacablemente al político octogenario y criticándolo furiosamente por sus opiniones, ¿puede AFF luego de su indulto presidencial emitir opiniones políticas? Sí puede, pero no debe, sus expresiones han girado sobre la nueva vocería oficiosa en representación de FP para fijar la posición de la bancada fujimorista respecto al Ejecutivo.
El antifujimorismo rabioso y atragantado visceralmente, acostumbrado a perder la objetividad se centra en atacarlo sañudamente, no advierten que Alberto lo único que está haciendo es comprar ilusamente tiempo para intentar reencauchar a FP y a su hija Keiko, la dualidad de político y padre lo hace realizar un torpe control de daños y procura desesperadamente recuperar el capital político perdido, lo que no advierte AFF que el proceso autodestructivo del “Clan Fujimori” es irreversible, recién lo están descubriendo; que el ajuste de cuentas que están enfrentando no sólo es con la población o la sociedad política, también es con la vida, no sólo se hereda el dinero impío, también la maldición de enfrentar a esa acreedora implacable, así son las reglas de esta vida, se encarga de cobrar todas las facturas pendientes y nadie sale de este vecindario sin pagar hasta lo último, a esto se le llama justicia divina y a ese castigo si le temo, porque nadie escapa de el karma…
He dicho.
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