El laberinto de la permisología
Las inversiones son un motor fundamental para impulsar las economías de los países y base de su desarrollo. Sin embargo, en naciones con gran potencial minero y energético, como Perú, la permisología –más de 200 trámites– se convierte en un obstáculo desalentador que ahuyenta toda buena iniciativa.
Estamos en una carrera global por atraer inversiones y resulta alarmante observar cómo la complejidad del proceso de obtención de permisos, autorizaciones, licencias, concesiones, contratos, entre otros títulos habilitantes, puede convertirse en un lastre para el desarrollo económico.
Perú, un país reconocido por su gran potencial minero, energético, entre otros recursos, enfrenta un dilema entre la atracción de inversiones para aprovechar sus recursos y la permisología que conlleva. El laberinto burocrático se traduce en demoras considerables e inesperados requerimientos, lo que genera costos adicionales, dentro de los que encontramos el poco aparente coste de oportunidad.
De esta forma, los múltiples procedimientos administrativos (léase también, trámites), exigentes evaluaciones ambientales interminables y la falta de claridad en la forma en que serán revisados lo presentado puede desalentar incluso a los más entusiastas. Esta complejidad nos convierte en un país con poca predictibilidad jurídica, a pesar de que en conferencias se declara lo contrario.
Nuestros países vecinos han logrado simplificar, en gran medida, el proceso de obtención de permisos, lo que ha contribuido a atraer inversores extranjeros y potenciar su industria, así como atraer inversores para la generación energética sostenible con H2V, siempre con enfoques de eficiencia y la transparencia en la administración pública. Se cree en el administrado, en lo que declara y presenta. Acá lo llamamos principio de licitud y está sujeto a control posterior (léase, verificación). Se comete un ilícito penalmente sancionable, si algo es incorrecto, falso o inexacto.
Lo que corresponde es enfocarnos integralmente en lo que involucra la simplificación administrativa, la transparencia en la toma de decisiones, coordinación efectiva entre diferentes entidades gubernamentales, creer en los que actúan de buena fe y sancionar a los que obran mal.
La permisología ralentiza la inversión y la aleja, es un tema crítico que determina la capacidad de un país para ser atractivo o competitivo a los inversionistas nacionales y extranjeros. Simplificar procesos, fomentar la transparencia, establecer responsabilidades reales y agilizar los trámites atraerá inversiones enviando un mensaje al mundo: Perú te espera.
Es un arduo trabajo y necesitamos enfrentar el problema, tener una comunicación efectiva y empezar a implementar las alternativas de solución a través de cambios legales significativos. A todos nos importa un futuro sostenible.
(*) Abogado, docente universitario, consultor legal
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