El legado de Alberto Fujimori
El 11 de septiembre falleció el ingeniero Alberto Fujimori a los 86 años. Durante sus 10 años de gobierno, logró reconstruir la economía peruana, derrotar a los movimientos terroristas Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), y firmar la paz con Ecuador. Sin embargo, su verdadero logro fue reflejar estos cambios en una nueva Constitución, que permitió al Perú eliminar la inflación, reducir la intervención estatal en la economía, establecer la independencia del Banco Central, fomentar la inversión privada e insertar la economía peruana en el mercado internacional.
El manejo de la economía, la lucha contra el terrorismo y la Constitución de 1993 son los pilares del legado de Fujimori. Este legado es la causa del rechazo de sus opositores, quienes atacan el modelo económico y exigen una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución. Estos ataques buscan desmantelar lo que se ha llamado “el milagro económico peruano”.
El gobierno de Fujimori comenzó con un profundo programa de reformas conocido como el “Fujishock”. Estas medidas eliminaron la hiperinflación heredada del primer gobierno de Alan García. El Gráfico 1 muestra la evolución de la inflación durante el gobierno de Fujimori. A finales del mandato de García, la inflación anual superaba el 2,000%. El “Fujishock” elevó inicialmente la inflación a 12,377%, debido a la corrección de los precios de productos básicos y la liberación del tipo de cambio. Esta corrección se acompañó de una estricta disciplina fiscal, que limitó el gasto público a los ingresos disponibles y redujo drásticamente el déficit fiscal.
La reestructuración de Aduanas en la SUNAT permitió recuperar rápidamente los niveles de recaudación fiscal, que habían caído tanto que no cubrían los gastos del Estado. Las medidas de austeridad y el control fiscal redujeron la inflación de 12,377% en 1990 a 2.5% en 1999.
Un factor clave en la reducción de la inflación fue el nuevo estatuto del Banco Central, consagrado en la Constitución, que le otorgó independencia del Ejecutivo en el manejo monetario y prohibió que otorgara préstamos al gobierno. Esta política monetaria permitió estabilizar el tipo de cambio y recuperar las reservas internacionales netas (RIN). El Gráfico 2 muestra la evolución de las RIN durante el gobierno de Fujimori, que pasaron de niveles casi inexistentes a fines del gobierno de García a 10.457 millones de dólares en 1998. Esta recuperación se debió al exitoso programa de privatización, iniciado con la venta de ENTEL Perú a Telefónica de España. La privatización permitió al gobierno deshacerse de empresas deficitarias y atraer capital extranjero, especialmente en el sector minero, lo que impulsó las exportaciones peruanas.
El Gráfico 3 muestra que las exportaciones peruanas crecieron un 110.6% gracias a la inversión minera, sentando las bases para un crecimiento exponencial en la primera década del siglo XXI, favorecido por el boom de los precios de los minerales.
El proceso de privatización y los compromisos de inversión incluidos en los contratos, especialmente en minería, impulsaron la inversión privada, lo que se tradujo en crecimiento económico, generación de empleo y reducción de la pobreza. El Gráfico 4 muestra que la inversión total (pública y privada) pasó del 14.5% del PBI en 1990 al 23.3% en 1998.
La pacificación del país, el acuerdo de paz con Ecuador, el manejo eficaz de las políticas monetaria y fiscal, y la renegociación de la deuda pública facilitaron la inserción de la economía peruana en el mercado internacional, atrayendo grandes niveles de inversión extranjera.
¿Por qué existe odio al fujimorismo si son evidentes los logros económicos y sociales durante su gobierno? La razón es que estos logros se obtuvieron desmantelando las ideas socializantes impuestas desde el gobierno del general Velasco. Este desmantelamiento, junto a la derrota del terrorismo y el carácter autoritario del régimen de Fujimori, generó resentimiento entre los seguidores de ideas socialistas, quienes recurrieron a casos aislados de violaciones de derechos humanos durante la guerra contra el terrorismo para sembrar odio en ciertos sectores de la sociedad.
Este resentimiento, bien canalizado por las ONG, infiltrados en el sistema educativo, judicial y algunos sectores de la prensa, ha producido gobiernos sucesivos que han perforado el modelo económico y la Constitución, polarizando la sociedad peruana entre quienes buscan rescatar el legado de Fujimori y quienes insisten en destruirlo.
(El contenido de esta columna se puede consultar en http://www.prediceperu.com/).
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