El legado de la pandemia
Tras tres años de pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio por concluida esta primera etapa de convivencia con la COVID-19, hoy convertida en una endemia que tendrá que incorporarse a los programas anuales de vacunación. ¿Qué legado nos deja esta dura experiencia que vivimos?
LO BUENO.- El gigantesco salto que dio la investigación clínica, logrando producir una vacuna en menos de tres años (lo que antes tomada 10 años), superando el viejo método de inocular el virus en un organismo, y diseñando inteligencia artificial con un ARN mensajero que emite codificación genética para ordenar al organismo que rechace el virus. Hoy, más del 60 % de la población mundial se encuentra vacunada contra la COVID-19.
Esta revolución farmacéutica y su alto impacto en la humanidad tendrá en muy corto tiempo avances similares en el tratamiento de otras enfermedades, en especial aquellas que son altamente mortales. El cáncer, la diabetes, la hipertensión y un sinnúmero de enfermedades raras y huérfanas podrían tener los días contados si estos grandes avances científicos y tecnológicos obtenidos se ponen a disposición de la humanidad. No solo de aquellos que lo puedan pagar.
EL RETO.- Los Estados-Nación modernos deberán negociar con las grandes corporaciones farmacéuticas para que estos avances científicos sean redistribuidos de manera equitativa a todos los ciudadanos del planeta. No solo deben garantizar el financiamiento de estas investigaciones clínicas que ya vienen revolucionando el mundo, sino también el acceso de las mayorías a estos grandes descubrimientos. No es casual que el continente africano sea el más atrasado en temas de vacunación respecto a la COVID-19. No es falta de vacunas. Es un problema de acceso a la vacuna.
LO MALO.- A pesar del tiempo transcurrido de pandemia, el sistema de salud público peruano sigue fragmentado, obsoleto y atrasado respecto a modelos más eficientes y oportunos de atención en salud en otros lados del planeta.
Los logros que se alcanzaron en los primeros seis meses de pandemia (de 100 a 1,500 camas clínicas, de 4,000 a 15,000 camas hospitalarias, de 1 a 12 laboratorios para evaluar pruebas moleculares) casi no han variado. ¿Qué sucedió con toda esa inversión que se destinó al sector Salud? Recién hoy, con la ministra Gutiérrez vemos un intento por retomar la prevención en salud a gran escala. Ojalá no sea solo un gesto aislado y de verdad se inicie una seria reforma de la salud en el Perú. Hace tiempo que necesitamos un Sistema Integrado.
LO FEO.- Que el Perú haya logrado los récords mundiales como peor gestión de la pandemia en el mundo. Haber tenido la mayor cantidad de muertes versus contagiados. Haber tenido al mando de la pandemia a un presidente mitómano y algunos de sus ministros, capaces de hacerse vacunar por lo bajo, y antes que el resto de sus compatriotas, a quienes se debían con su gestión.
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