El mamut de Talara
Como si se tratase de un triunfo épico, la estatal Petroperú festeja la “inauguración de la nueva refinería de Talara”. En rigor, es la mismísima refinería de 1927, instalada por International Petroleum Company IPC para producir 10,000 barriles/día. Recordemos. El 9 de octubre 1969 el régimen golpista/socialista/militar de Velasco confiscaba las operaciones de la IPC. Meses después creó Petroperú aportando como patrimonio los bienes confiscados. Desde ahí, Petroperú no dejó de ser una entidad ineficiente a la que subsidiamos no sólo asumiendo el costo de su ineficacia –y de los disparates de sus sucesivas administraciones- sino del sobreprecio de su burocracia, trasladado al público at través de constantes aumentos de precio de los combustibles que produce. ¡Práctica que continúa, y permite que Petroperú produzca quizá los combustibles más caros del planeta! ¡Y de mala calidad! La ampliada instalación que ingresa en prueba produciría 95,000 bb/dd de combustibles, supuestamente con menos toxicidad que los actuales, a partir de unos 200,000 bb/dd de crudo importado y 40,000 bb/dd locales. ¡Aunque sin bajar sus precios!
Semejante mamotreto acabará costándole al país US$6,000 millones, cuando el valor promedio de una refinería semejante que produzca 95,000 bb/dd no supera US$2,300 millones. Las explicaciones son ciertamente inconsistentes; sobre todo, incoherentes. La verdad, no hay razón válida para semejante sobreprecio. Pero esa precisamente es la historia de Petroperú. Un incompetente centro de poder político, dominado por sus sindicatos y panacas de intereses, acostumbrado a que usted, amable contribuyente, pague todos los caprichos de su mediocre administración. Humberto Campodónico es el presidente del directorio de esta elefantiásica estatal.
Durante el régimen Humala, Campodónico propició que Petroperú adquiriese una nueva refinería. Precisemos. La primera licitación quedaría desierta. ¡El monto no pasaba de US$800 millones! Al año siguiente, la española Técnicas Reunidas ganaba otro concurso ofreciendo US$1,177 millones. Fue cuestionado por dos postores y dos directores de Petroperú. Tres años después, la misma Técnicas Reunidas aumentaba el costo del proyecto a US$3,450 millones, debido a la ampliación de 65,000 a 95,000 bb/dd dispuesta por Petroperú.
La historia de modernización de esta refinería está trufada de misterios, de desfases y confusas acciones y declaraciones. Tras dos licitaciones declaradas desiertas, el año 2012 el régimen Humala decide ejecutar por partes el proyecto. Pero al declararlo el Congreso “de interés nacional” –con el incongruente voto fujimorista, que en la década del noventa dispuso privatizar esta empresa- en noviembre 2013 la misma Técnicas Reunidas, repetimos, ya valorizaba el proyecto en US$ 3,450 millones, considerando el aumento de la capacidad de refinación de 65,000 a 95,000 (bb/dd), para producir combustibles con menor contenido sulfúrico, mejorar la seguridad energética y bajar la importaciones. En octubre 2016 Petroperú anunciaba un nuevo costo para el proyecto: US$ 4,782 millones. En febrero 2017 otro aumento a US$ 5,400 millones. Y continuó así. Hasta alcanzar la actual cifra alucinante que superaría US$6,000 millones.
Esta es la historia de un fiasco, amable lector. Uno que pagarán nuestros nietos para que se enriquezcan unos pocos parapetados tras esa maraña que esconde a tantos gobernantes corrompidos.
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