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El mensaje de Bedoya

Fecha Publicación: 22/02/2019 - 22:00
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Hace mucho tiempo que quería escribir un artículo sobre uno de esos hombres que siendo un ejemplo para el país,  conserva esa aura especial de sabiduría y luz que irradian quienes han alcanzado la cima del conocimiento y la paz espiritual. Me refiero a Luis Bedoya Reyes, peruano ejemplar, a quien tuvimos la oportunidad de rendirle un sencillo homenaje —un almuerzo entre 100 amigos —, por sus 100 años de vida.

Bedoya se entregó en cuerpo y alma por el país. Llegó puntual a la cita y sus diálogos previos, pero sobre todo el discurso que dio alternando la anécdota, la reflexión política con ese verbo enjundioso que lo caracteriza, revelaron que está lúcido y mejor que todos nosotros, y que tiene un compromiso con la patria que contagia entusiasmo.

Tuve la suerte de estar muy cerca de él, desde la época de Acción Popular, porque fue el aliado que difícilmente se encuentra en la política. Cuando el presidente Belaúnde ganó las elecciones en 1980, convocó a todos los partidos políticos para que lo acompañen en su gestión de gobierno. Esta fue una alianza sin precedentes que el Perú sigue esperando y que los políticos no se dan cuenta, que en la gravedad de la hora presente deberíamos reivindicar ese mensaje, esa solicitud, esa hazaña, que logró Belaúnde, a la que solamente contestó, como sabemos, el Partido Popular Cristiano (PPC), liderado por Luis Bedoya Reyes.

Porque una cosa es apoyar a un presidente estando fuera del gobierno y otra cosa es hacerlo dentro. Bedoya ha dedicado su vida a hacer política constructiva, con propuestas, asumiendo responsabilidades. Ejecutivo y transparente cuando eres gobierno, y fiscalizador y leal cuando eres oposición.  Sin el apoyo del Dr. Bedoya, Acción Popular no hubiera tenido mayoría en el Senado de la República, y no se hubiera podido aprobar leyes importantes. Recordemos que era una época donde el Perú retornaba a la democracia después de años muy largos de dictadura militar y donde nos atrasamos mucho, sobre todo, en el tema de la agricultura.

Al tomar la palabra en el almuerzo que comentamos, el Dr. Bedoya, hizo un discurso de antología. Le habló no solo al país, sino a la conciencia colectiva de la Nación.  Por momentos pareció que estuviera nuevamente en una candidatura presidencial. Mejor dicho, parecía que hubiera ganado recién las elecciones y se estaba dirigiendo al país en un mensaje a la Nación, invocando a los peruanos a fortalecer el país y darle aliento.

Coincidimos plenamente con el Dr. Bedoya. El Perú atraviesa momentos muy complejos y difíciles, donde el día a día, la moneda corriente que se comenta y se ve, es el falso valor de la corrupción, que está cambiando la agenda de la Nación.

Ad portas del bicentenario, es hora de ponernos de acuerdo en las políticas de Estado que requiere el país para no solo alcanzar el crecimiento, sino generar el desarrollo.  Porque los problemas del país siguen siendo los mismos: no tenemos una educación de calidad, nuestro pueblo está mal alimentado, la salud que debería ser de exigencia nacional, no se llega a desarrollar adecuadamente y miles de peruanos no tienen la opción de acudir a una consulta médica dentro del sistema de salud pública porque no alcanzan las atenciones ni los medicamentos necesarios para su tratamiento.

Belaúnde hablaba de la conquista del Perú por los peruanos. ¡Qué visionario fue el presidente Belaúnde en 1956 que su pensamiento tiene plena vigencia el día de hoy! Todavía nos faltan carreteras, vías de penetración, infraestructura portuaria, aeropuertos, megaobras que requieren varios periodos de gobierno.

Que su mensaje se difunda más allá de las paredes del recinto que nos cobijó y que trascienda vigoroso, como la luz que irrumpe en un nuevo amanecer.

Por: Raúl Diez Canseco Terry (Ex Primer Vicepresidente de la República)