El mensaje del Presidente Milei
Tal como lo señalan los titulares de la mayoría de los periódicos el Presidente Milei en su mensaje inaugural a la nación argentina del domingo 10 de diciembre dijo textualmente: “No hay plata, no hay alternativa al ajuste, no hay alternativa al shock”. Y muchos memoriosos recordaron un mensaje similar en 1990 por el entonces Presidente del Consejo de Ministros Juan Carlos Hurtado Miller, al poco tiempo de iniciarse el gobierno de Alberto Fujimori, anunciando medidas parecidas de ajuste por la difícil situación financiera que entonces atravesaba el Perú.
La pregunta que nos podemos formular es: ¿Por qué los países y sus autoridades financieras llegan a esa situación de insolvencia económica, cuyo único camino para resolverla se limita a medidas de ajuste que perjudicarán por un período indeterminado de tiempo a la población en general? Evidentemente los sectores más perjudicados serán los de menores recursos, pero no debemos engañarnos, es una situación que afecta al país en general, de la cual solo se podrá ser salir en un período de uno a dos años. En su primer día de gestión el Presidente Milei emitió un decreto de necesidad y urgencia en virtud del cual redujo la frondosa burocracia del gobierno nacional argentino a 9 ministerios. Eso implica que habrá más empleados despedidos que aumentarán el número de desocupados. Luego se tendrá que aplicar la dolarización y se deberá definir si Argentina continuará utilizando a su Banco Central de Reserva, que hasta ahora cumple la función esencial de emitir los devaluados pesos , sujetos a cambios múltiples, que se depreciaban día a día y que ninguna persona cuerda quería conservar, con lo que se aumentaba la presión de compra del dólar norteamericano. Bajo ese sistema se retroalimentaba la inflación y la moneda nacional perdía valor, creándose un caos financiero del cual solo se puede salir a un costo muy duro.
El autor de estas líneas fue embajador del Perú en Argentina entre febrero de 2003 y julio del 2006. En esa época se vivió una crisis económico-financiera que se arrastraba de años atrás con sucesivos gobiernos incapaces de resolverla y, adicionalmente, con una deuda externa que gravitaba negativamente sobre las escasas reservas del país en moneda extranjera. En ese momento se llevó a cabo una fuerte devaluación del peso, que al cabo de algunos meses terminó estabilizándose alrededor de tres pesos por dólar y así continuó durante el tiempo que duré como embajador en dicho país. La reestructuración tuvo como grandes perjudicados a los acreedores externos del país, cuya deuda solo fue reconocida por un porcentaje de su valor nominal. Sin embargo, el país pudo recuperarse gracias a su gran capacidad exportadora de productos agropecuarios y Argentina experimentó un fenómeno de rebote económico que ayudó a consolidar al recién inaugurado gobierno del Presidente Néstor Kirchner. La gran pregunta que hoy podemos hacernos es: ¿El Presidente Milei podrá superar la situación en el plazo anunciado, de manera que el pueblo argentino salga de la pobreza en la cual está hundido? Mucho me temo que solo el tiempo responderá a esa interrogante.
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