El miedo sí afecta la economía
El reciente atentado con explosivos a una vivienda ubicada en la avenida Perú --¿qué irónico no?-- en la ciudad de Trujillo, dejando siete heridos y otras 90 viviendas afectadas, como resultado de un supuesto enfrentamiento entre organizaciones criminales que se disputan el dominio del territorio de las extorsiones en el norte del país, es un dato más de cómo el avance de estas bandas delictivas sí afecta nuestro desarrollo microeconómico, porque el miedo a caminar en calles tomadas por asalto paraliza el músculo más importante de la dinámica productiva y laboral del país: el emprendimiento.
Solo el sector bodeguero, por citar un ejemplo, revelaba que el año 2024 la inseguridad ciudadana obligó al cierre de casi 3000 negocios a causa de extorsiones, cobro de cupos o préstamos gota a gota. Quienes sobrevivieron tuvieron como efecto adverso un sobrecosto que fluctúa entre 10% y 30%, el cual finalmente trasladan hacia sus consumidores y clientes, afectando la continuidad del negocio a mediano y largo plazo (Asociación de Bodegueros del Perú).
A ello debemos sumar otras cifras de terror en 2024, como las 13 mil denuncias por extorsión en el sector transporte, su incremento en otros sectores pasando de 4000 a 20000 en solo dos años, las 5000 empresas que no son bodegas y también cerraron, así como las más de 200 organizaciones criminales identificadas operando en Lima y los más de 120 asesinatos de los que son responsables.
Si bien nos sentíamos inmunes porque la macroeconomía no se veía mayormente afectada, pese al desorden y caos político que vive el país, hoy podemos tener la seguridad de que, si no le ponemos un alto a estos atentados que afectan la tranquilidad de nuestras calles, amplificando con violencia y miedo el trajín cotidiano de la extorsión y el gota a gota a la que nos vemos sometidos, esas mismas cifras macroeconómicas de las cuales nos sentimos orgullosos se vendrán abajo, generando un claro desincentivo a emprender o hacer empresa en el Perú.
Nada más peligroso para la convivencia social y la sostenibilidad del país, que perder en batalla al soldado más importante del crecimiento y desarrollo. Generar riqueza es una pieza fundamental para proteger la institucionalidad democrática y consolidar mercados competitivos. Nada es más peligroso para garantizarnos un futuro, que permitir al crimen organizado ganar la batalla final de la construcción de una nueva formalidad.
Mira más contenidos en Facebook, X, Instagram, LinkedIn, YouTube, TikTok y en nuestros canales de difusión de WhatsApp y de Telegram para recibir las noticias del momento.