El modelo no falló, fuimos nosotros

Las malas costumbres se arraigan rápidamente. No asumir la responsabilidad sobre los hechos es cómodo pero caro. No nos hace madurar. Nos hace reiterar el error. Igual pasa con el modelo económico. Nos quejamos de que el modelo no funciona, pero ¿quién lo ejecuta? Nosotros, los peruanos. Ningún marciano lo hace, lo hacemos nosotros. ¿El modelo tiene la culpa? No.

Ayer escuché (ciertamente, indignada) que un grupo de padres de familia, cuyos hijos tienen cáncer, hacían un plantón en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas, debido a la falta de medicamentos, entre los que destacan atra, amoxicilina clavulánico jarabe, leucovorina tabletas, azitromicina jarabe, mesna, fec, lactulosa, simeticona, tramadol gotas y paracetamol tabletas. ¡No hay ni paracetamol!

Señores, nosotros, todos los que pagamos impuestos, lo hacemos para que esto no pase. ¿Qué sucedió ante la denuncia? La ministra de Salud, Rosa Gutiérrez, anunció (no lo había hecho, es decir, ¿no lo tenían previsto?) que ordenó la transferencia de 515 millones de soles al Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud para la compra de medicamentos que requieren los pacientes oncológicos. Ojo, no lo ha pedido inmediatamente, dijo que se hará la transferencia del dinero antes del 10 de enero. La denuncia se realizó el 05 de enero, pero claro, puede esperar.

¿No hay dinero? ¿Estamos raspando la olla? No. Irónicamente el mismo día que sale a la luz la denuncia, la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria informó que el 2022, la recaudación anual superó en más de S/ 17,000 millones a la conseguida un año anterior. Hay plata.

Nuestra Constitución actual señala (artículo 7) que todos tienen derecho a la protección de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad, así como el deber de contribuir a su promoción y defensa. Más adelante, señala (artículo 9) que el Estado determina la política nacional de salud, añade que el Poder Ejecutivo norma y supervisa su aplicación y que además es responsable de diseñarla y conducirla en forma plural y descentralizadora para facilitar a todos el acceso equitativo a los servicios de salud. ¿Qué se ha cumplido en este caso? Nada. Pero nos lleva a pensar que el modelo no funciona.

Sinceramente, no podemos seguir viviendo así. Con autoridades que no se dan cuenta que no hay medicamentos y que se dan tiempo para transferir el dinero mientras los niños mueren. Los que fallamos somos nosotros, no el modelo. Lo que falla es la empatía, la capacidad de ponerse en los zapatos del otro, no una Constitución.

¿Esto significa que es intocable? No. Como todo lo hecho por los humanos es perfectible, pero es momento de darnos cuenta de que nuestra situación actual es resultado de una suma de acciones erróneas y decisiones equivocadas.

Nada cambiará si no cambiamos nosotros, y eso parte por escucharnos más de verdad, asumir las responsabilidades (no andar diciendo es que eso lo vio otra gestión) y focalizarnos en hacer la vida más llevadera a todos los peruanos. Señora ministra, compre ya los medicamentos.

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