El mutismo de los ricos
Pareciera ya ser un hecho que la historia de Venezuela se repetirá tal cual en nuestro país. Como zombis, vamos mudos directo al matadero sabiendo perfectamente lo que nos espera. Sólo una parte de la sociedad, consciente de lo que viene ocurriendo a partir del dudoso triunfo electoral del comunismo en primera vuelta, protesta con toda firmeza y transmite sus razones mañana, tarde y noche. Los pasos que viene dando el régimen marxista/senderista que nominalmente dirige Pedro Castillo, son idénticos a los que, en su momento, diera el impresentable Hugo Chávez en Venezuela. No existe diferencia en cuanto al fondo, al estilo ni menos a la metodología. Es exactamente el mismo libreto. Sólo que protagonizado por distintos actores y en tiempos diferentes. No hay argumentos para dudar del proceso totalitario en el que estamos envueltos los peruanos, a partir de la estrategia fascista puesta en marcha por los cerrones, bellidos, bermejos, etc., a través del inepto Castillo. No obstante, en connivencia con la prensa encanallada que esconde las denuncias por corrupción que merodean a Castillo y a su clan, la clase alta (que mantiene un cobarde silencio, tras su vergonzoso desempeño durante las últimas décadas) calla también ante los avances de este régimen, dirigidos a llamar a una asamblea constituyente para consolidar al Perú como Estado marxista plurinacional. Tal cual se comportaron esos mismos sectores en Venezuela durante el tiempo de Hugo Chávez y hoy con Maduro. Ambos gremios cumplen un rol traicionero: defender sus intereses evitando todo roce con el régimen oficialista, abandonando así a una mayoría ciudadana absolutamente indignada por el rumbo extremista que está tomando nuestro país, siguiendo el derrotero trazado por Cuba.
El gran empresariado nacional y las mayores fortunas peruanas simplemente han optado por no mover un dedo para evitar la cubanización del Perú. Ambos han decidido convertirse en acólitos del comunismo trasnacional, que arrasará con nuestra democracia, con el Estado de Derecho, con la propiedad privada y, sin duda alguna, con la libertad de los peruanos. La excusa que “hay mucha labor que no trasciende”, dizque financiada por esas elites, no es cierta. Se conoce que es muy irrelevante y responde a iniciativas elaboradas por los sectores caviares, ante quienes años atrás ya se rindieron, en forma vergonzante, los grandes empresarios peruanos y las principales fortunas del país. Y esos caviares, amable lector, apoyarán la socialización del Perú si el régimen marxista/senderista los incorpora ofreciéndoles las multimillonarias asesorías y consultorías a las cuales están tan acostumbrados. De modo que, mejor, no me defiendas compadre.
Ayer EXPRESO señalaba, con precisión, “Como sucedió durante la mayor parte del gobierno de Martín Vizcarra –y de Francisco Sagasti, facilitador de la corrupción de su sucesor- la mayoría de los (grandes) medios de comunicación están autocensurados para no chocar con el poder, porque saben que tiene billetera grande (…) no hacen seguimiento a los escándalos oficialistas (…).” Se comportan igual que aquellos congresistas de Acción Popular, Alianza para el Progreso y Podemos, comprados por el gobierno comunista. ¡Siempre votan contra la vacancia!
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