El origen
Como no es bolero, sé, no pasarán más de mil años muchos más. Pero, no sé, cuántos pasarán para que el 11 de mayo aniversario del matrimonio de mis padres, Pedro Roberto Cores Carbonell y Julia Lia Isabel Cavagnaro Giles, vuelva a caer domingo Día de la Madre. No podría afirmar pero es posible que el padre Díaz oficiara en la Vicaría de Tacna la ceremonia para la que mi papá vistió el uniforme de gala de Oficial de Caballería del Regimiento Mariscal Nieto Escolta del presidente de la República. Vino a Tacna para su matrimonio, lo acompañaron oficiales del Regimiento, en comisión para la ceremonia y hacer el tradicional arco de sables cuando los felices recién casados salían de la iglesia. Quise incluir la foto, tiene mucho aire. Pero quedó en quise.
Cuál de los buenos duendes que viven en casa la guardó, jugarreta que con otras cosas suelen hacerme de tanto en tanto. Felizmente no tocaron la foto hecha casa y con sus padres en la Vicaría que tuvo el altar y reclinatorios arreglados por las madres de Santa Ana. Fue su regalo. Guardaban especial cariño por Noritah, hermana de mi mamá y mi segunda mamá, la tercera mi tía Julia Vargas Giles, le decía Mamúa, hermana de mi abuela Isabel. Le decía Nona, a Noritah, en casa tocaba violín, piano y acordeón. Los domingos, en la misa de 8 en la capilla del Hospital San Ramón, que atendían las madres de Santa Ana, tocaba el armonio. Cantaban la madre Ambrosina y la madre Cristina. Volviendo a la Vicaría y las fotos que vemos. En la del reclinatorio están mis padres y mis abuelos, Clotilde Carbonell Pons de Cores y Alfredo Cavagnaro Herrera. la tengo enmarcada puesta en una mesita junto al sillón; la otra, en la casa, están Isabel y Roberto con sus hermanos, Norah, Iris y Alfredo, Carmen Cores de Bisso, Eugenio Bisso Cores, hermana y sobrino de mi papá, y María Cristina Bacigalupo, la damita. La abuela Clotilde respetó con una pequeña separación el espacio que habría ocupado el abuelo Francisco Cores Berenguer, entonces ya fallecido. La tengo frente a mí, en la mesa donde almuerzo. Son incomparable compañía. Les hablo cuento y pregunto. Me escuchan, puedo creer me responden, a pesar que muchas veces no sigo el consejo. Hoy, están conmigo y ustedes, vinieron para presentárselos en Crónicas desde donde puedo darles y reciban mi cotidiano cariño, memoria; con el gran plus, saludar y felicitar a mi madre, abuelas, a Noritah y Mamúa por el Día de la Madre, saludo que también va para mi hermana, sobrinas y todas mis amigas madres. Y es especial mi felicitación y saludo a mis padres por su 81 aniversario de boda, mi punto de partida para ser lo que soy, que les agradezco, también a mí.
coresycalana@ hotmail.com
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