El pequeño agricultor y el mensaje de fiestas patrias
El deterioro de nuestra agricultura comenzó con la fracasada reforma agraria del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, quien, por sus hepáticas decisiones y odios ideológicos, expropió las tierras a sus dueños para entregárselas a humildes campesinos que, no estando preparados para administrarlas, no supieron qué hacer con ellas. Cincuenta y cinco años después, lo seguimos lamentando.
Según cifras del MIDAGRI (Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego), la agricultura emplea al 26% de la PEA nacional y al 65.5% de la PEA del área rural.
El 85% de los agricultores tienen parcelas con menos de 10 hectáreas. Las dos terceras partes de ellos poseen menos de 3 hectáreas. Esto significa que, del pequeño agricultor, dependen los ingresos de dos de cada tres pobladores en zonas rurales.
A solo unos días de la presentación en el Congreso de la presidenta Boluarte, valdría la pena que la mandataria reflexione sobre la importancia que merece la agricultura rural en su mensaje a la Nación. Debería anunciar propuestas y acciones concretas para impulsarla. Ojalá ocupen algo más que una página de su discurso, como sucedió el año pasado.
Fortalecer al pequeño agricultor sería un enfoque acertado que podría contribuir a disminuir la pobreza en zonas alejadas, donde viven y sufren peruanos que se sienten excluidos y olvidados en los planes de sucesivos gobiernos que, aburguesados, siguen pensando equivocadamente que Lima es el Perú.
El agricultor rural no puede acceder con facilidad al crédito porque no tiene respaldo para garantizar un préstamo. La tierra es su principal activo, por lo que es importantísimo que se definan, reconozcan y legalicen sus derechos de propiedad.
Construir caminos y carreteras fue uno de los grandes éxitos del gobierno de Fujimori. Impulsar la conectividad trajo progreso y bienestar. Lamentablemente, en las últimas dos décadas, los gobiernos de turno abandonaron esta necesaria tarea que habría permitido acercar al agricultor rural de pueblos alejados con las áreas urbanas para poder vender su producción, acceder a la tecnología y mejores servicios.
Potenciar la agricultura es el gran desafío. Quienes gobiernan subestiman el potencial que tenemos para crecer como país si lográramos empoderar a los cientos de miles de pequeños agricultores, peruanos que, sabiendo trabajar la tierra, solo necesitan el compromiso del Estado para formalizar su propiedad, apoyo crediticio, tecnología y mejores herramientas para producir más.
Desafortunadamente, en los últimos dos gobiernos, los ministros duran tan poco tiempo que cada año escuchamos a un nuevo premier exponiendo planes, proyectos y promesas que nunca alcanzan a cumplir.
Si lográramos fortalecer la agricultura, en las zonas rurales y urbanas marginales, sus pobladores tendrían acceso a alimentos nutritivos que contribuirían a disminuir la desnutrición y la anemia que afecta principalmente a la población infantil en esas zonas.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.