Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
El perjuicio de la tercerización
El mes pasado se cumplieron los 180 días de plazo que tenían las empresas para adecuarse al Decreto Supremo N°001-2022-TR, que modifica el reglamento de la Ley N°29245, referida a la tercerización de servicios. Esta ley mal hecha en mi opinión, porque busca que ingresen en la planilla de la empresa trabajadores que ya están contratados por una empresa de tercerización, y que solo por esa condición de tercerizados es que se requieren sus servicios, pues muchos son trabajos de estación que se dan en épocas donde hay más carga del negocio. Lo que va a pasar es que prestarán el servicio con una menor calidad o no prestarán el servicio y esos trabajadores se quedarán sin trabajo. Preocupante no solo para las 1,002 empresas de tercerización registradas con sus 114,060 trabajadores ahora en riesgo de perder su trabajo, sino porque esta norma disminuye la productividad promedio del trabajador peruano y nos hace menos competitivos en el mercado mundial.
Esta tercerización es un aspecto negativo adicional que incrementa los costos laborales y afecta la productividad del país. Le pongo un ejemplo, si usted tuviera que escoger invertir en un negocio que le produce una rentabilidad de 5% o una de 20%, ¿cuál escogería? Pues obviamente en la que gana más, la de 20% en este caso. Con los costos laborales que existen en el país si un inversionista extranjero mira que en Perú con la misma cantidad de dinero va a rentabilizar 5% y si invierte en Chile va a rentabilizar 20%, ¿en que país cree que va a invertir?, pues lamentablemente para nosotros en Chile.
Y esta sencilla explicación, que parece básica, nuestras autoridades no la entienden o no la quieren entender por defender la ideología de izquierda, y para sacar nuestro país adelante necesitamos que la entiendan, pues el 80% de la inversión en el Perú proviene de fuentes privadas y no de la pública. Estos prejuicios ideológicos de izquierda tratan de obligar al empresario (yo no voy a decir emprendedor así tenga a una persona en su empresa) a mantener trabajadores que ya no necesita, les da una falsa seguridad, crea un miedo a contratar y les resta posibilidad a los trabajadores de tener movilidad laboral. Todo esto hace que las empresas formales no desarrollen y los trabajadores terminen pasando a la informalidad que no tributa, que no paga beneficios, que no paga seguridad social ni atención en salud, y termina aumentando la cantidad de ciudadanos que dependen del Estado y sus servicios que nunca alcanzan para todos. Finalmente nos convertimos en ese país que produce 5% en vez del 20%, que no es atractivo al inversionista y nos deja sin trabajo.
@sandrostapleton