El Polisario contra la paz en el Sahara marroquí
El Polisario, con apoyo de Argelia, es el mayor obstáculo para una paz permanente y duradera en el Sahara marroquí.
Es una paradoja de que, sin legitimación para representar al pueblo saharaui, el referido Polisario se autoproclame su hacedor, y por eso, siempre con el apoyo nada gratuito del régimen de Argelia, el país vecino de Marruecos, que codicia la calidad geopolítico marítima de Rabat, juntos llevaron adelante la planeada forzada creación de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que no tiene existencia para el derecho internacional y que, precisamente por esta inocultable realidad, cuando fui canciller del Perú, contando con la aquiescencia del entonces presidente de la República, Pedro Castillo Terrones, y con absoluta vocación de rectificación, pensando sobre todo en los elevados intereses del Perú, rompimos política y diplomáticamente toda vinculación o nexo con la RASD, dado que, para no creerlo, había sido restablecida por mi antecesor, Oscar Maurtua, y mantenida por mi predecesor, César Landa, ambos dañando severamente nuestra formidable y estrecha relación bilateral con el reino de Marruecos, cuyo monarca nos había visitado en noviembre de 2004.
Luego del insólito e incoherente retroceso del gobierno de Castillo, precipitado por intereses de sectores de la ultraizquierda peruana, que restableció las relaciones con la RASD, motivando por supuesto mi renuncia irrevocable, acertadamente el gobierno actual decidió por lo menos suspender la vinculación con la RASD, dándome la razón.
En los últimos días, los voceros anónimos del Polisario, que hace y deshace en los campamentos de Tinduf –territorio de Argelia–, en el que se encuentran cerca de 35 mil saharauis en la condición de secuestrados, los llaman a cometer actos terroristas y otros atentados en las ciudades de Esmara, Dajla o Bojador, en las que, junto a otras porciones del Sahara marroquí, vive la inmensa mayoría del pueblo saharaui (tribus), que supera los 350 mil habitantes, participando en paz de la vida política, social y económica del país en esa parte del territorio nacional.
Con la reciente incitación del Polisario lo único que se consigue es crear un contexto de peligro e intranquilidad en el objetivo de entorpecer la solución de la disputa del Sahara marroquí que se viene llevando de manera sostenida y diligente en la Cuarta Comisión Especial de las Naciones Unidas en Nueva York, el mayor foro político del planeta, ante el cual Marruecos ha planteado con reconocida elevación de Estado y destacable buena fe internacional, la propuesta de la autonomía de la región del Sahara marroquí, lo que significa que el gobierno de Rabat, amparado en la autoridad que le da la indiscutible ratio histórica sobretodo el Sahara marroquí mantiene, como corresponde, el control del poder político y de la soberanía en esa región dejando la acción administrativa en los propios saharauis, propuesta que ha sido asumida por la ONU y la inmensa mayoría de los países de la comunidad internacional como realista, seria y creíble.
La reciente actitud del Polisario, siempre con actitud separatista, llamando a los saharauis a cometer actos terroristas, que no es nueva, debe ser condenada, y la comunidad internacional está advertida de sus consecuencias, al volver riesgosa la paz y la estabilidad en el Sahara marroquí.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
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