El primer paso, definir el último escalón
Es impresionante cómo los seres humanos tenemos la capacidad natural de siempre buscar progresar. Si ponemos la historia del mundo en perspectiva, notaremos que la evolución del hombre en miles de años ha sido tal que para quienes vivían en nuestro planeta en ese entonces, si viesen lo que es el mundo ahora, no lo reconocerían. Además, al revisar este proceso evolutivo, no sólo notaremos cómo han cambiado las cosas a lo largo de la historia, algo también interesante de observar es cómo los tiempos existentes entre cambios importantes han tendido siempre a reducirse; un ejemplo claro es que el tiempo que transcurrió entre la invención del fuego y el bombillo eléctrico, es mucho mayor al tiempo transcurrido entre las primeras versiones del telégrafo y nuestro inseparable celular.
Las generaciones han mostrado características diversas y diferencias fundamentales entre ellas, no necesariamente mejoras continuas, pero sí diferencias que permiten definir un perfil por rango de edades; algo que todas tienen en común, justamente es esa tendencia a reducir el tiempo en los cambios, innovaciones y mejoras propias de nuestras condiciones de vida; este criterio es natural en el ser humano, de tal manera que nuestra realidad empresarial no será ajena.
Cuando hablamos de lanzar un emprendimiento, generalmente hacemos un plan para ponerlo en marcha, nos ponemos objetivos de venta, mapeamos proveedores, posibles aliados, analizamos nuestros procesos y cadena logística en general, entre otras cosas que nos permitan tener una idea clara de por dónde ir y de cómo empezar... ¿pero por qué no nos preguntamos cómo queremos terminar? El poder definir un objetivo de retiro es una herramienta que nos permitirá visualizar no solo el camino a seguir, sino la meta final a alcanzar, aquel número o situación económica que nos permita decir “lo logré”; y esto es importante definirlo con lujo de detalles, es tan sencillo como tener claro qué y en cuánto tiempo lo queremos.
El camino empresarial está lleno de adversidades, algunas que podremos manejar y otras que sólo nos quedará aceptar y encontrar la manera de superarlas de ser posible, pero justamente por ello la tentación de abandonar nuestro negocio nos acompañará en varios momentos, el visualizar lo que queremos nos puede ayudar a mantenernos firmes en el camino. La evolución del hombre cada vez será más acelerada, las herramientas serán mejores y la competencia más agresiva aún; define tu número y camina firme hacia él.
Voy a tomar un café, buena semana para todos.