“El primero que la vuelta me diste”
Parece una locura pensar que, desde hace 500 años, el mundo tuvo la primera circunnavegación. Esta hazaña expandió el conocimiento geográfico, abrió una nueva ruta comercial entre Europa y Asia, fortaleció las conexiones entre civilizaciones, impulsó el desarrollo económico de América del Sur y marcó el inicio de la primera economía mundial, entre otros logros. El Imperio español trazó un hito en la historia de la humanidad.
Estamos hablando de la exploración marítima de Fernando de Magallanes (líder de la expedición) junto a Juan Sebastián Elcano. La expedición partió de Sanlúcar de Barrameda en 1519 con cinco naves y alrededor de 239 hombres. Magallanes, sin embargo, no vería el final de su travesía, ya que murió en Filipinas en 1521. Fue Elcano quien completó la expedición, regresando a España en 1522 a bordo de la única nave sobreviviente, la Victoria, con solo 18 hombres. En reconocimiento, Carlos I de España le otorgó un escudo de armas con la inscripción en latín: Primus circumdedisti me (“Por ser el primero que la vuelta me diste”).
Tiempo después, Magallanes quedó inmortalizado con el nombre del estrecho que fue descubierto gracias a su expedición. El estrecho de Magallanes es un punto estratégico de relevancia hasta nuestros días. Durante la guerra del Pacífico (1879-1884), su control fue clave para la marina chilena. Un siglo después, fue motivo de tensión en la disputa entre Chile y Argentina por el canal Beagle, conflicto que evitó una guerra gracias a la mediación del papa Juan Pablo II.
Actualmente, el estrecho es la principal puerta de acceso a la Antártida, una región donde potencias como Estados Unidos, China, Rusia y la Unión Europea compiten por la investigación científica y la posible explotación de recursos naturales. Su control influye en el comercio marítimo global, ya que es una de las principales rutas para el transporte de mercancías entre los océanos Atlántico y Pacífico.
Podemos ver el avance de la globalización, desde la primera circunnavegación hasta el impacto actual del estrecho de Magallanes en el comercio y la geopolítica. Fue gracias a un evento histórico que sentó las bases para que el mundo interconectado en el que vivimos sea posible. Por primera vez en la historia, un solo viaje unió Europa, América, Asia y África en una misma ruta comercial. América del Sur se integró a un sistema de comercio transoceánico, y los océanos dejaron de ser barreras infranqueables para convertirse en puentes de intercambio, como más adelante lo sería el canal de Panamá.
Más que una ruta marítima, el estrecho de Magallanes representa el espíritu de exploración y conquista que impulsó la globalización. A quienes se atrevieron a desafiar los límites del mundo conocido les debemos el hecho de que, hoy en día, continentes, culturas y horizontes estén conectados entre sí.
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