El proyecto reeleccionista
El descontento ciudadano se empieza a sentir con fuerza en las calles por la falta de empleo, el incremento de la delincuencia, el abandono de la reconstrucción del norte, la falta de obras, el desinterés en la salud y el precio elevado de las medicinas. En vez de resolver los problemas más importantes del país, Vizcarra ha optado por centrar todas sus fuerzas en su proyecto reeleccionista, para lo cual ha tenido que arrinconar a sus adversarios políticos, utilizando órganos y poderes autónomos del Estado.
No importa si para ese propósito se tiene que firmar un nefasto acuerdo para reducir escandalosamente la reparación civil que debe pagarle Odebrecht al Estado, para el Gobierno lo importante es que la oposición quede fuera de juego, y sus líderes sean sindicados por los altos directivos de la transnacional brasileña, ofreciéndoles todos los favores posibles a cambio.
Vizcarra viene ejerciendo su gobierno como lo hizo Fujimori, controlando el sistema de justicia, el Congreso, la prensa, y las encuestas. Sus aliados Humala, Toledo, PPK y Villarán, y su socio Graña Miró Quesada, son llamados “los intocables”, porque a pesar de los probados sobornos millonarios que Odebrecht les entregó, sus procesos están detenidos y se suscriben acuerdos secretos lesivos avalados por la fiscal de la Nación interina Zoraida Ávalos, en los que no se toca información sobre ellos.
El objetivo del fiscal Domingo Pérez es dejar en el olvido y en la impunidad el latrocinio que perpetraron quienes hoy se suman a la demagogia del Gobierno y a su proyecto reeleccionista. Todo va saliendo a la luz, hoy son conocidos los negocios de Vizcarra con Odebrecht y Graña y Montero, lo cual negó públicamente. Así también, conocemos la razón de su intervención al Ministerio Público, que no era otra que detener las investigaciones en su contra por el caso de corrupción de Chinchero. Ni la prensa oficialista coludida a cambio de publicidad estatal, ni las encuestas, ni el incremento clientelista de la burocracia, podrán ocultar ante la ciudadanía la ineficiencia del Gobierno y su ánimo de blindar la corrupción.
Escribe: Alexander Torres Figallo