El que pestañea, pierde
El desprecio que tiene el aún mandatario Pedro Castillo por la institucionalidad y, fundamentalmente, por el poder Judicial, quedó plasmado una vez más con su viaje a Nueva York, llevándose consigo a su esposa sobre quien pesa una solicitud de la Fiscalía de la Nación para evitar que salga del territorio peruano, ante la posibilidad de su fuga por el sinnúmero de evidencias que la involucran en la organización criminal que, según la misma Fiscalía, posiblemente estaría liderada por su marido. Una vuelta más a la tuerca del carácter delictivo, ajeno a todo apego a la ley, que brota desde las entrañas de Pedro Castillo Terrones.
¿Qué dice el Congreso ante semejante desprecio por la Justicia de quien aún funge de jefe de Estado? Cuando menos, el flamante presidente del Legislativo está obligado a hacer público su malestar ante tamaña burla al país. Aunque, si bien hace una semana el país tuvo un respiro con la elección de José Williams Zapata como presidente del Parlamento, sin embargo a lo largo de los días esa tregua ha venido opacándose debido al talante demostrado por Willams Zapata en ciertas declaraciones. Démosle la ventaja de la duda por su permisividad en algunos casos, debido al hecho de recién haber asumido la presidencia de ese poder del Estado. Pero Williams no estuvo a la altura de las preguntas que le formuló el domingo Diego Acuña, agudo conductor de un bastante sintonizado programa televisivo. Dejó cierto sinsabor el carácter dubitativo que exhibiera al pronunciar pobres argumentos, procurando quizá con ello un excesivo afán de respeto al comentar, sin críticas, muchas conductas vetadas por parte del aún presidente Castillo. ¡Congresista Williams! El Perú soporta una confrontación política de pronóstico reservado como para que usted actúe con miramientos frente a quien viene destruyendo este país. No solamente por su incapacidad cognitiva sino porque sigue un proyecto premeditado, fabricado en laboratorios extranjeros (posiblemente Cuba), para transformar al Perú en otra republiqueta al servicio del comunismo sudaca. Si Williams Zapata –formidable soldado- no asimila la magnitud aniquiladora del enemigo que tiene al frente -instalado en la cúpula del poder- entonces, salvo grueso error de percepción de este escriba, José Williams podría acabar neutralizado por la maquinaria bolchevique que, cada día, cada hora se afianza más en el gobierno. Sus comentarios respecto a la demora de la comisión de Acusaciones Constitucionales -para resolver denuncias que siguen durmiendo el sueño de los justos (una acusación contra Castillo, por pertenecer a una organización criminal; y otra contra Dina Boluarte por transigir la Constitución y la ley, además de otras igualmente importantes)- dejaron muchísimo que desear. Esperemos que José Williams recapacite y que esta semana tengamos novedades de su parte. Como soldado estratega que es, sabe que aquel que pestañea pierde.
El país no espera, porque cada minuto que pasa empeora la coyuntura y se afirma el régimen comunista. Las vacilaciones y los guantes de seda facilitan el camino al enemigo y dinamitan la confianza de la ciudadanía en quien, como José Willams, muchos aún cifran sus expectativas.
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