El rasero de EE.UU. y Reino Unido

Recientemente, Aldo Mariátegui (Perú21) y Ricardo Vásquez Kunze (Expreso) han hecho notar la pública injerencia de los embajadores de los EEUU y el Reino Unido en la política peruana. Específicamente su respaldo a ciertos periodistas y oenegeros caviares. O políticos disfrazados de periodistas.

Hipotéticamente los diplomáticos han mostrado su preocupación por supuestas amenazas que habrían recibido sus protegidos, aunque se sabe que, en realidad, algunas de esas presuntas agresiones eran muestras de solidaridad, transformadas en un instante por la maquinaria caviar de noticias falsas en lo contrario.

Pero el evidentemente doble rasero de esos diplomáticos se descubre, cuando se recuerda, por ejemplo, que cuando la vivienda del periodista Beto Ortiz fue rodeada por una belicosa turba ululante, por haber dicho la verdad sobre los delincuentes juveniles muertos en una manifestación, en noviembre de 2020, no hubo ni fotitos ni arrumacos con él. Durante un tiempo Ortiz tuvo que emitir clandestinamente su programa desde un galpón, porque el local de Willax también fue objeto de ataques. Y luego tuvo que refugiarse en México.

Es patente, entonces, el doble rasero de los embajadores de EEUU y RU (apoyan a los caviares pero ignoran a sus adversarios). Pero ellos lo practican con todo descaro, porque son los representantes de países fuertes y poderosos en un país pequeño y débil.

Es impensable, por supuesto, que el embajador peruano en Washington opine, por decir algo, que el sistema de justicia norteamericano es parcial cuando trata con guantes de seda a Hunter Biden, implicado en varios delitos, algunos de los cuales salpican a su padre, el presidente de los EEUU. Eso no sería tolerado.

También el doble rasero se manifiesta en otro plano. Los EEUU se entrometen en los países con su criterio sobre derechos humanos, pero si son naciones poderosas a las que buscan acercarse, sus remilgos se evaporan.

La semana pasada visitó Washington Narendra Modi, el jefe de gobierno de la India y fue recibido calurosamente. Pero Modi es un “nacionalista hindú que está acusado de reprimir a las minorías religiosas”, en particular a los musulmanes, y al que antes se le había prohibido entrar a los EEUU. Pero a medida que la estrella de la India asciende, “Washington ha optado claramente por alianzas basadas en preocupaciones de realpolitik en lugar de los derechos humanos”. (Gzero Daily, Eurasia Group, 23/6/23).

Ni qué decir de Arabia Saudita, cuyo jefe de gobierno, el príncipe Mohamed bin Salmán (MBS) fue acusado públicamente por el propio Joe Biden de ordenar el asesinato del periodista del Washington Post Jamal Khassoggi, y al que Biden había jurado jamás darle la mano. Pero en julio de 2022 Biden visitó a MBS en su palacio en Yeda.

En síntesis, se aplican ciertos criterios y te tratan de cierta manera dependiendo si eres pobre o rico, débil o poderoso, inútil o necesario. Y, por supuesto, si te dejas, si no haces notar que en un mundo multipolar las opciones son diversas.

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