El rescate soñado
Tal es el título del libro del ex presidente A. Fujimori cuya publicación es inminente conforme ha sido anunciado recientemente y que se refiere a la heroica operación militar “Chavín de Huántar”, ocurrida un día como ayer, 22 de abril, hacen ya 27 años, mediante la cual se rescataron a las 72 personas que la organización terrorista del MRTA tenía secuestradas y torturadas con permanentes amenazas de muerte por más de cuatro meses en la residencia del embajador del Japón.
Según se ha adelantado, el libro relata cómo se originó la idea, plasmada luego en intensas coordinaciones con los especialistas en estrategia y operaciones militares de nuestras Fuerzas Armadas, dirigidas políticamente de manera cercana y directa por el entonces presidente Fujimori. La idea de acceder por el subsuelo al inmueble donde se estaba perpetrando el acto terrorista continuado, surgió de un sueño que tuvo el mandatario.
Dos cosas me animan a tratar este tema, ya que están claramente relacionadas. La primera es que habiendo conocido personalmente al presidente Fujimori tres días después de que tomó la difícil e irrepetible decisión del 5 de abril de 1992, y habiendo aceptado su ofrecimiento para hacerme cargo de la Secretaría del Consejo de Ministros (siendo la primera mujer en ocupar esa posición, lo cual también me llena de orgullo) pude conocer de primera mano la intensa dedicación a su labor y compartir con otros funcionarios la reflexión de si ese gran personaje que dirigía el Perú en sus horas más difíciles continuaba trabajando incluso en las pocas horas en que dormía.
La segunda es que en mayo de 1994, ya como congresista del Congreso Constituyente Democrático y luego de un episodio de pública discrepancia y aparente distanciamiento con el ex presidente, pude viajar a Áncash en viaje de trabajo que nos llevó al Callejón de Conchucos y luego a la zona arqueológica de Chávin de Huántar y recorrer sus galerías subterráneas y conocer el llamado lanzón monolítico. Soy testigo directo del aprecio que el Ing. Fujimori tenía por el maravilloso ingenio de los antiguos peruanos expresado en ese y otros sitios arqueológicos nacionales.
La operación de rescate “Chavín de Huántar” sigue asombrando al mundo entero por su profesional planeamiento y pulcra y heroica ejecución, y es un símbolo de la victoria moral del Perú y los peruanos sobre el terrorismo criminal. Los agentes dolosos e incautos del terrorismo han buscado empañar la operación y perseguir y dañar a quienes defendieron al Perú.
Toca a los peruanos de bien repetir incansablemente ¡No al terrorismo!
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