El ser humano celoso es como un fuego
La personalidad de la celosa o celoso se enciende por cualquier motivo real o imaginario que le produce duda, desconfianza, deslealtad, traición, no solamente en las relaciones de pareja, sino en forma holística, en toda la actividad humana que no le produzca convicción, certeza, credibilidad en las relaciones interpersonales, como, por ejemplo, algunas personas sienten celos de los padres, hermanos, primos, tíos, amistades, las relaciones con sus compañeros de escuela, universidad, trabajo, deportes, es decir, en todas las actividades que la persona celosa participa activamente, porque no aceptan la competencia, las personas piensan erróneamente que son las mejores, que tienen la razón en todo y si no se le da la razón comienza la enemistad.
Los celos forman parte de la personalidad, no se puede renunciar a ellos, nacen y se desarrollan dentro del interior, se van moldeando y canalizando conforme las personas logran la madurez biológica y emocional. Cuando los celos se desbordan sin poderlos controlar, allí radica el problema, puede llegarse a cometer un delito contra la vida, el cuerpo y la salud, un homicidio, una lesión grave, física, psicológica, sexual, violencia doméstica, un aborto, por pensar que el ser humano que se encuentra en el vientre de su pareja no ha sido procreado por él y puede pensar en una tercera persona que puede ser real o irreal.
Se forma una personalidad celosa, desde el hogar, la educación, comunicación, diálogo, como los padres internalizan en los hijos, seguridad, confianza, autoestima, decirles la verdad y no mentiras, no hablar mal de las personas, no comparar a los hijos con otras personas, decirles siempre que son importantes, darles buen ejemplo de solidaridad con el prójimo, ayudar al necesitado, hablarles lo importante que es una mujer y un hombre, en la amistad, compañerismo y relación de pareja, que existen personas que saben más y otras menos, aceptarse como son y no como debieran ser, obteniendo como resultado un pensamiento libre, abierto y no rígido y obtuso, sin envidias.
Una persona celosa deja de ser celosa, no, empero si aprende a controlar y manejar adecuadamente los celos, para que viva tranquilo con ayuda, hay que enseñarles a desbloquear y estructurar diferentes formas de pensar y sentir y hacerlos comprender como se siente las personas por el comportamiento inadecuado y si están dispuestos a comprenderlo, entenderlo y ayudarlo a salir adelante.
Existe dos clases de personas, las que desean cambiar y las que no desean, estas últimas, en riesgo su supervivencia, pueden ser susceptibles de suicidio, homicidio o afectar la salud mental y ser internados en un manicomio. Las personas que quieren cambiar les espera un camino de esperanza, sosiego, tranquilidad consigo mismos y los demás, porque ellos no eligieron ser así, nadie escoge a la familia es el destino, pero puedes ser distinto si te lo propones en aras de paz.
Un ejemplo de celos, una pareja de recién casados, al momento que estaban teniendo relaciones sexuales, al esposo le aflora el subconsciente y le dice a la esposa el nombre de la esposa anterior, lo cual produjo en ella una indignación profunda que la condujo apuñalar al esposo, por sentirse desplazada, no respetada, que no estaba pensando en ella, sino en la otra, desencadenando unos celos incontrolables que la llevaron a ser privada de su libertad por feminicidio.
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