El TC tiene la palabra
En reciente comentario censurábamos la comedia que el golpista Vizcarra interiorizó en las masas bobas, envenenándolas con el cuento de que esa fanfarria de elección congresal que ha convocado -para justificar su quiebre de la Constitución al clausurar el Congreso- será la salvación del Perú. ¡Porque a partir de aquello finalmente tendremos un Poder Legislativo similar o incluso mejor al inglés! No obstante, como también escribimos, salvo honrosas y contadísimas excepciones, la inmensa mayoría de postulantes a esa ridícula elección congresal es evidentemente infumable. Y porque, igualmente, tendremos un Parlamento integrado por minorías atomizadas que, a su vez, estarán formadas en su amplia mayoría por improvisados, aventureros, malandrines, chantajistas, etc., que sólo aspiran a ejercer poder. Por ello llegábamos a la conclusión de que, aparte de todas esas falacias y alucinaciones que Vizcarra ha sembrado para validar su golpismo, existe un muro infranqueable que previamente deberá traspasar esta elección Frankenstein para ser validada por nuestro Estado de Derecho. Ese escollo es la sentencia que va a emitir el Tribunal Constitucional respecto a la contienda de competencia planteada por Pedro Olaechea, presidente del Congreso Nacional, referente al cierre del Poder Legislativo decretado inconstitucionalmente -a nuestro criterio y el de tantísimos connacionales- por el mandatario Vizcarra. Y todo apuntaría a que éste no las tiene todas consigo en el TC. Particularmente tras una campaña de demolición que ha desatado su régimen golpista contra honorables tribunos, usando la mano negra del fiscal palaciego Domingo Pérez. Campaña de estofa soviética, totalitaria, temeraria, que pone en alerta a la ciudadanía sobre lo que pudiera ocurrirle más adelante a cualquier peruano que no comulgue con las ideas fascistas, golpistas, antidemocráticas de la claque que rodea a Martín Vizcarra.
Ayer EXPRESO publicó un inteligente informe de Plinio Esquinarila titulado “Vizcarra es otra oportunidad perdida”. El autor destaca la clausura del Parlamento como el hecho político más importante de 2019. Y cita este argumento del certero hombre de leyes Enrique Ghersi: “El problema es que al disolver el Legislativo basado en una tesis -tan audaz como absurda- de la denegación fáctica de la confianza, el Presidente se puso por encima de los demás poderes del Estado (…) Y eso es manifiestamente inconstitucional (…) este es un momento -como nunca- que se ha presentado en la historia del Perú, en el cual un golpe de Estado será sujeto de revisión judicial. Ese elemento a mí me parece de una gran madurez institucional. Implica que el país tiene que sopesar el sentido de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre la demanda competencial interpuesta por el Congreso (…) pero estoy seguro de que la tesis central del Ejecutivo va a ser declarada inconstitucional, lo cual es muy importante porque a futuro quedará claramente establecido que ha sido una actuación unilateral y dictatorial (esa de) disolver fácticamente el Congreso (…) Yo creo que (el TC) declarará inconstitucional el cierre del Congreso.”
Como concluyéramos en nuestro anterior comentario, el fallo del TC podría declarar inconstitucional el cierre del Congreso por Vizcarra. Y ello desembocar en su destitución.
