El tiempo nos da la razón por enésima vez

Interpusimos innumerables quejas contra el fiscal Hamiton Castro, específicamente por no haber incluido en las investigaciones a la empresa Graña & Montero, a sus directivos y funcionarios. Recordemos que el 21 de diciembre de 2016 se conoció, gracias a la justicia americana, que la corrupta Odebrecht había cometido actos de corrupción en el Perú, eso dio origen a la creación del equipo especial Lava Jato, nombrando a dedo al fiscal Hamilton Castro, de forma insólita se prefirió que el sistema de corrupción de funcionarios llevara las investigaciones de este importante caso, y no el de crimen organizado. Es así que creado el equipo fiscal, se decidió seguir la ruta de la colaboración eficaz, a la cual la corrupta Odebrecht decidió acogerse. En sus bases, se había determinado que serían siete proyectos sobre los cuales reconocería culpabilidad, empero solo fueron cuatro, evidenciándose desde el inicio su falta de veracidad.

Sin embargo, Odebrecht no delinquió sola, tenia a su lado en muchos proyectos a la también corrupta Graña & Montero, pero pasaban los días y esta empresa no daba señales de acogerse a la colaboración eficaz, lo que debió pasar en ese entonces fue la inmediata inclusión de esta empresa en las investigaciones de los proyectos. Esta servidora lo denunció públicamente e interpuso una queja ante la Oficina de Control Interno de la Fiscalía de Lima, reclamábamos cómo es que era urgente investigar a Odebrecht sin ningún tipo de inmunidad, ya que Jorge Barata había declarado en su primera manifestación que Graña & Montero sabía del pago de coimas camuflados como riesgos adicionales, en forma paralela esta empresa evidenciaba que estaba además cometiendo actos de obstaculización, pues se hizo una auditoría a sí misma, llegando a la conclusión de que nadie absolutamente nadie había cometido actos de corrupción, gato en el despensero. Hoy en la tranquilidad de mi hogar, repaso cada una de estas quejas y leo cómo en Control Interno desarrollaron argumentos falsos para archivar estas quejas. ¿Qué hacemos hoy que finalmente el tiempo nos dio la razón? Pues los directivos de la corrupta Graña & Montero reconocieron que pagaron también las coimas de Odebrecht camuflados como riesgos adicionales.

Los daños en las investigaciones, incluso con este reconocimiento del pago de coimas es irreparable, si se le hubiera incluido desde el inicio de las investigaciones después del 21 de diciembre de 2016 y en ella allanado sus locales, incautado documentación, trabado medidas cautelares sobre sus activos, otra sería la historia del Perú. Lo primero que se debió evidenciar fue la falta de veracidad de Odebrecht a través de sus representantes y funcionarios, con ello ya se tendrían los elementos de convicción para procesarlos y a todo aquel que participó con esta organización criminal internacional a la que jamás se le debió otorgar tantos beneficios ilegales. Lo más vergonzoso para la dignidad nacional es que se le permita seguir contratando con el Perú, al que le robaron durante muchos años.