El vladiboomerang
La difusión del audio donde Vladimiro Montesinos instruye a un amigo para que active a un abogado-operador ante la mayoría de vocales del Jurado Nacional de Elecciones y así lograr la ampliación del plazo de presentación de los pedidos de nulidad a cargo de Keiko Fujimori, ha logrado efectos cómicos y paradojales. Por supuesto, entre quienes creyeron ubicar en la lengua del “doc” un punto de apoyo a la inmortalidad antifujimorista sin percatarse de lo que más bien estaría sumando a los vicios denunciados en las elecciones generales 2021.
Porque si ese abogado-operador –Guillermo Sendón– obtuvo el acceso requerido a tres magistrados del JNE y estos ofrecieron alargar el periodo de impugnaciones a cambio de un millón de dólares cada uno (tal como lo revela el mismo Sendón al amigo de Montesinos), queda en el limbo verificar si el intento de soborno echó raíces dado que el “cariño” ampliatorio se materializó el 11 de junio por unanimidad para luego desestimarse sin que se haya anunciado de manera oficial.
Al respecto, ya la Fiscalía ha tomado cartas en el asunto. Cabe esperar que sea ventilado por alguien desprovisto de las influencias políticas padecidas hoy en día en varios despachos del Ministerio Público, especialmente las sembradas por Martín Vizcarra. De llegarse a comprobar tamaño escándalo, el proceso electoral en su conjunto debería declararse nulo tal como lo ha reclamado el divulgador del audio, Fernando Olivera. Reclamo que los interesados en apresurar la proclamación de Pedro Castillo silencian en todos los idiomas quedándose con la carnecita del supuesto intento de beneficiar a Keiko.
Y dicha comprobación solo representaría la cereza encima de esa inmensa torta de imprudencias, gestos sospechosos o reveladores e irregularidades surgidos del proceso electoral. Fue imprudente por parte del Poder Judicial nombrar ante el JNE a Jorge Salas Arenas, dados sus antecedentes de activismo político marxista y su ejercicio defensor de imputados por terrorismo. Fue sospechosa la incapacidad del Colegio de Abogados de Lima de elegir a su representante, permitiendo así que Salas tenga doble voto, incluyendo el dirimente.
Es reveladora la renuncia de cuatro de seis integrantes del Tribunal de Honor del Pacto Ético Electoral del JNE (los doctores Oswaldo Hundskopf, Delia Revoredo, Carmen Mc Evoy y Gastón Soto Vallenas), por discrepancias con el actuar del pleno, algo nunca visto en la historia de este grupo de soporte principista. Y las irregularidades que han ido evidenciándose gracias a la tecnología con la cual ahora –a diferencia del pasado– surgen pruebas que hacen revisables las etapas de preclusión.
Sí, en verdad el audio no debió alimentar el entusiasmo adverso a Keiko. Es un vladiboomerang para sus enemigos por donde se le mire.