Emboscada a la presidenta Boluarte como a Atahualpa

El diario Expreso del 19/10/2024 publica: “FISCALIZACIÓN CITA A DINA PARA EL 29 DE OCTUBRE”. La fiscalización en referencia es una de las comisiones orgánicas del Congreso. Únicamente emiten informes y dictámenes, imprescindibles para la fiscalización del gobierno por el Congreso y para la elaboración de leyes. No son instancias; es decir, no emiten resoluciones. En consecuencia, la citación de una comisión a la presidenta es una monstruosidad: el presidente de la República, según la Constitución, no está en el mismo nivel que los congresistas. No puede ser interpelado ni obligado a comparecer por ningún motivo ante el Congreso y en ninguna circunstancia. Únicamente cada 28 de julio, el presidente concurre al Congreso para instalar la Legislatura Ordinaria y para que escuchen su mensaje a la Nación. Incluso cuando el Congreso requiere de Legislaturas Extraordinarias, debe solicitarlas a la presidenta, quien puede o no aceptar.
Tan grosera es la insolencia de que una simple comisión de Fiscalización y Contraloría cite a la presidenta este 29 a las 10:00 a.m., que obliga a rememorar la emboscada de Pizarro al Inca Atahualpa. Esa comisión no puede tener otro propósito que el de propiciar la destitución y prisión de la presidenta Boluarte, como se hizo con Pedro Castillo. Se añade a esta fundada sospecha la noticia que apareció ayer, martes, en el diario La República, que el Congreso «busca acusar a Jorge Salas Arenas antes de que culmine su mandato en el JNE». Corrobora esta finalidad congresal los preparativos de un gigantesco paro general nacional en estos días, comprometiendo a todos los sectores y regiones del país.
La tenacidad congresal no tiene límites; hasta obliga a sospechar que porciones notorias e inocultables de las instituciones armadas y no armadas, y parte de los poderes del Estado, como se ha podido ver en la conducta en el último Pleno del Poder Judicial de su presidente, estarían detrás del impulso de la criminalidad. Esto significa que sería inconcebible que Dina y Salas Arenas comparezcan a la citación-emboscada.
La contraofensiva de Dina debe concentrarse en el proyecto de Perú potencia mundial, resolviendo de inmediato el problema de la deuda externa y el capital de trabajo de la Nueva Refinería de Talara, cobrando a las transnacionales que nos adeudan unos $8,500 millones, prohibiendo la exportación de concentrados de cobre, comenzando los planes de la nueva siderurgia (porque sin acero propio no cabe un Perú potencia mundial), y desarrollando las petroquímicas.
Aún más importante que estas realizaciones expuestas, es garantizar unas elecciones generales limpias, asegurándose de la presencia de veedores internacionales.

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