En el Día de la Medicina Peruana

Es curioso, todas las profesiones liberales del país celebran su aniversario como el Día del Abogado o del Químico Farmacéutico; para los médicos en el Perú la efeméride más importante es el Día de la Medicina Peruana, conmemorando el martirologio del estudiante Daniel Alcides Carrión García, que falleció el 5 de octubre de 1885 luego de un proceso de enfermedad rápida que se inicia 40 días antes, un 27 de agosto, al inocularse el verrucoma de un paciente en el Hospital 2 de Mayo, demostrando que la Verruga Peruana y la Fiebre de la Oroya eran la misma enfermedad; hoy Carrión es reconocido como Héroe Nacional.
El sacrificio de Carrión no es mensurable, trasciende el valor material, y adquiere una dimensión intrínseca inmaterial mucho mayor… la vida no tiene precio. Quienes estamos al cuidado de la salud de la población y realizamos el ejercicio de esta noble tarea en nuestro trabajo cotidiano, percibimos en los gobernantes y autoridades de salud una inversión de valores que los corta transversalmente, la prevalencia del interés crematístico, sin importar que en ello se vulnere la dignidad del paciente, del médico o de cualquier trabajador de salud.
En la medida que el trabajo del médico ha devenido en una relación de dependencia con un empleador, convirtiéndose en un asalariado, el respeto a la profesión médica se ha deteriorado, precisamente por parte del empleador, público o privado. En la medida que la atención de salud se fue convirtiendo en una mercancía sujeta a las leyes del mercado, el salario del médico comenzó a tener una gran variabilidad, y las instituciones públicas y privadas asumieron que la política económica del “cholo barato” también era aplicable al médico. La profusión de facultades de medicina y el egreso de más de 5 mil médicos por año es parte de la mercantilización de la formación médica y, con ello, la desvalorización social del médico.
Esta desvalorización es producto de la ausencia de un orden en las organizaciones de salud; dicho de otra manera, es producto de la inversión del valor extrínseco, donde la adquisición del medicamento cuesta más que el acto médico que lo genera. El Colegio Médico es el llamado a desarrollar una estrategia nacional para evitar que esta sangría de desvalorización del acto médico continúe; por Ley de creación tiene capacidad de plantear iniciativas legislativas, pero además, por la misma Ley, tiene como finalidad velar por el correcto cumplimiento del acto médico y también participar en el desarrollo de políticas públicas de salud; contribuyamos a que el próximo Congreso Médico Nacional responda a las necesidades urgentes de dignificación del médico.
(*) Secretario General del Sindicato Nacional de Médicos del Seguro Social - SINAMSSOP

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