¿En el Perú es fácil ser corrupto?
En el Perú se tiene, en muchos casos, una visión limitada de problemas como la corrupción.
Esta realidad hace que muchos políticos y periodistas impidan a los peruanos darse cuenta que una de las maneras de combatir la corrupción es dictando normas teniendo presente que la corrupción también se le combate haciendo que estas (las normas) sean sensatas, de fácil cumplimiento, que logren el fin que ellas buscan, que su incumplimiento sea fácil de comprobar, es decir, eficaces.
Es un buen gobernante aquel que persigue a los corruptos y un estadista aquel que busca que las normas tengan las características arriba mencionadas y que por tenerlas eviten que la corrupción prevalezca.
El solo ver como se trata de moralizar el sistema de justicia nos hace dar cuenta que algo pasa con nuestras leyes porque muchas veces, más que las necesarias, diría yo, los acusados actúan “de acuerdo a la ley” y por lo tanto no se les puede sancionar.
Existen miles de realidades que no se toman en cuenta, una de ellas es que la minería y el petróleo generan más corrupción que la agricultura porque las primeras pagan mucho más impuestos y regalías que enriquecen al Estado. Es este enriquecimiento estatal y no el de las empresas, lo que genera más corrupción. Por ello, la corrupción en un país minero, como el que hoy somos, requiere más esfuerzo para combatirla que en un país agrícola, como el que fuimos. La peor manera de combatir la corrupción es hacerlo con demagogia
En la Hong Kong inglesa, la lucha contra la corrupción tuvo éxito porque, además de sancionar al corrupto, se analizaba la normatividad para determinar que normas la generaban para derogarlas o perfeccionarlas. En el Perú, hemos encontrado corrupción en el sector construcción que el Estado contrata, sin embargo, el Congreso solo ha creado “Comisiones” que buscan sancionar a los corruptos y no ha constituido una que analice la normatividad con el fin de perfeccionar las normas que la han generado.
Hong Kong desalentó la corrupción haciendo que ser corrupto sea más difícil; ¿el Perú la alienta? Aparentemente sí, porque no han sido modificadas las normas que regulan las licitaciones de manera que sea más difícil corromperlas.
La corrupción es imposible eliminar, más aún, para hacerlo se tienen que establecer controles que la promueven, por ello un estadista lucha contra la corrupción evitando, en lo posible, establecer controles que son imposibles de utilizar sin promoverla
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