En el reino de los 'niños'

Pedro Castillo descubrió el “talento” de algunos nuevos congresistas y para ponerlos de su lado los “enamoró” con promesas que cumplió. Bruno Pacheco los bautizó como 'los niños' porque obedecían dócilmente. El perverso compromiso que asumieron fue defender con sus votos la permanencia del corrupto mandatario. Pero, cuando Karelim López se vio perjudicada por las travesuras de los 'niños'… los puso al descubierto.

Aún no se ha podido determinar el número exacto de 'niños' que forman parte de esta cofradía que parece unirse por la deslealtad a los partidos que los llevaron al Congreso, la ambición al poder, el sueldo y los “beneficios” adicionales que, con seguridad, no volverán a tener cuando concluya su mandato. No les preocupa las consecuencias. Pretenden disfrutarlo el mayor tiempo posible.

Sumando votos, en las diferentes bancadas, habría cuarenta legisladores 'niños'. Hace dos semanas, dando una clara muestra de su poder, blindaron vergonzosamente a cuatro congresistas, que se libraron de una acusación constitucional que los suspendería en sus funciones para ser investigados por la justicia y determinar su responsabilidad. Según investigación compartida por el Ministerio Público, los 'niños' se habrían beneficiado ilícitamente de obras entregadas durante el gobierno de Castillo.

Los 'niños', en vez de recibir un “estate-quieto” y el castigo que merecían por sus fechorías, han salido fortalecidos y con licencia para delinquir. Es inaceptable ser indiferentes al daño que podría ocasionar, su complicidad al votar, a la democracia y a nuestras instituciones.

¿Qué debemos hacer? No podemos quedarnos con los brazos cruzados ante la amenaza que el Legislativo sea capturado por la corrupción. ¿Será posible modificar el reglamento del Congreso? Si los acusados pueden votar y los miembros de la Comisión Permanente, que investigan las denuncias, no pueden, va a ser muy difícil que los “buenos” alcancen los 52 votos que requieren para evitar que los 'niños' sean “premiados” con impunidad.

En este escenario, será imposible hacer reformas tan necesarias para impedir que iguales o peores ciudadanos sean elegidos congresistas para reemplazarlos. El Congreso, con los 'niños' empoderados, ahora tiene los votos para aprobar oscuras leyes, oponerse a buenas iniciativas, blindar corruptos y destruir a sus adversarios.

¿Qué nos falta ver? Todas las denuncias han sido archivadas. La Fiscalía no podrá ir tras los 'niños' hasta que dejen sus curules. Los buenos congresistas no tienen votos suficientes para que la corrupción pague por sus delitos porque una plaga de 'niños' es ahora mayoría.

En el reino de los 'niños' el más corrupto es el rey y los más desleales sus escuderos. Si los partidos demócratas no pueden evitar que en su interior se sigan eligiendo más 'niños' topos, será mejor que se cuelguen una piedra al cuello y se arrojen al mar.

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