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En nombre de los que no tienen agua

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Fecha Publicación: 06/10/2023 - 20:40
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Es un día más como cualquiera. Hoy, aquí cerquita de la ciudad, para ser precisos en las afueras de la ciudad, tampoco tendremos agua, todo sigue igual, perdón, perdón, todo está peor que antes porque para nosotros no hay provisión de agua ningún día de la semana.
Desde que llegamos a esta tierra prometida, cada día es como si fuera viernes, por eso seguimos cargando el agua como Jesús cargó la cruz cuesta arriba, camino al Gólgota. El dolor es inclusive mayor porque para nosotros el agua es un imaginario que se vuelve útil en épocas electorales: en esos días decoran el agua y la presentan de colores y escriben manifiestos sobre las piedras del camino, donde se comprometen a instalar sistemas mágicos para dotarnos de agua (y también desagüe) capaz de mitigar nuestra eterna sed; en esos días también describen a nuestros hogares como jardines floridos, donde el único ausente es nuestro pequeño hogar; en esos días la pesadilla se adorna y renueva y también se echa al olvido hasta dentro de cinco años.

Sin embargo, unas cuantas cuadras cuesta abajo se ríen y burlan del agua, no saben qué hacer con ella porque la tratan como si estorbase sus vidas; la mezclan con su desprecio, la arrojan entre los restos de sus venenos y la dejan correr entre sus desechos. Para quienes estamos aquí, dicen cerquita del cielo, todo esto parece una eterna pesadilla. Todo esto es vivir observando a quienes enturbian nuestros sueños, y todos los días vienen a exigirnos tributos de esa eterna deuda que nos cobran por el servicio del agua imaginaria que nos ofrecen.

En estos días que cerrarán las cataratas de agua que inundan sus piscinas nos piden prudencia en el consumo, nos piden que seamos solidarios con ellos y seamos cautos en el uso de las pocas gotas que usamos, nos piden calma y prudencia como si no entendiéramos qué significa para nosotros cuidar cada gota de agua. Ellos no saben cuánto daríamos por tener agua en nuestros hogares, cuánta vida salvaría cada gota, cuántas mañanas serían mañanas si solo una gota nos irradiara con su transparente color. Pasados unos días todo volverá a la “normalidad”, y para ellos ya no existiremos.
Por eso, en nombre de quienes estamos privados de una gota de agua venimos a pedirte que no dejes correr el agua que no has de beber, déjala para la sed del que va a nacer.

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