¿En qué consiste la calificación de asilo diplomático?

La calificación de asilo político es un derecho exclusivo del Estado acreditado (México) y no del Estado receptor, que persigue (Ecuador). Así está consagrado en la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático de 1954. Por tanto, aquel que se sienta perseguido e ingresa a la sede de una Misión diplomática y solicita pudieran concederle asilo, si acaso es escuchado, lo merecerá por parte del Estado asilante (México), guste o no al Estado receptor (Ecuador), y esto último no debería ser difícil de comprenderse. Voy a graficar la calificación de asilado. Nadie discute que el exvicepresidente de Ecuador, señor Jorge Glas, haya sido procesado y encontrado culpable por la justicia ecuatoriana. Tampoco nadie defiende que sea inocente. Aunque sea culpable, la naturaleza de la calificación de asilo no compete a Ecuador. Si México, que mantuvo dentro de la embajada al señor Glas, desde el mes de diciembre de 2023 en calidad de huésped, el pasado viernes 5 de abril decidió concederle el asilo, dicha calificación es la única que relevante y válida, aunque para Ecuador Glas sea un perfecto delincuente. Así, el parecer ecuatoriano, aunque parezca de impacto decirlo, no resultará amparado en modo alguno por el derecho y por nada, pues así ha sido establecida esta regla de calificación por el derecho internacional, que, por cierto, Ecuador aceptó, junto a todos los países que son Estados miembros de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.

El propio Ecuador lo ha practicado con creces. En efecto, mientras para Estados Unidos de América, Suiza y otros países, el señor Julian Assange, que difundió información clasificada de la Casa Blanca, fue imputado de tocamientos indebidos y hasta de pedófilo, para el Gobierno de Ecuador, que decidió otorgarle asilo en su embajada en Londres, no lo era. Al Reino Unido ni por asomo se le habría ocurrido penetrar en la sede diplomática sudamericana y extraer de ella a Assange pues los británicos respetaron todo el tiempo el parecer de Ecuador y por supuesto respetaron el principio de inviolabilidad de las embajadas. Tiempo después un nuevo Gobierno en Ecuador abrió la sede diplomática en Londres (2019) para que la policía londinense saque del recinto diplomático a Assange. Eso estuvo muy mal pues por el principio de No devolución el entonces presidente, Lenin Moreno, entregó al asilado a la boca del lobo, también violando el derecho internacional. Sin duda, Ecuador ha quebrado flagrantemente las reglas internacionales y lo que ha hecho, recientemente, debo decirlo, antes suponía hasta la declaratoria de guerra. Creo que el presidente Daniel Noboa no ha medido el tamaño de su malísima medida que le va a costar internacionalmente a Ecuador, también debo decirlo, pues acaba de crear un grave precedente para la paz y estabilidad mundial.

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