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¡Entrampados sin salida!

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Fecha Publicación: 07/02/2023 - 22:30
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El ultimátum de Dina Boluarte al Congreso, conminándolos a aprobar el adelanto de elecciones para octubre, sólo sirvió para identificar a congresistas de diversas bancadas que consideraron el mensaje como una amenaza a sus intenciones de mantenerse en su curul hasta julio de 2026.

El Congreso buscando una salida, para desinflar la presión de la calle, ha presentado y votado diversos proyectos de ley para adelantar las elecciones. Lamentablemente todos han sido archivados. Ha quedado claro que en todas las bancadas hay congresistas que no están dispuestos a recortar su mandato, ni se quieren ir con Dina ante la posibilidad de una renuncia o vacancia.

La bancada de Fuerza Popular ha mostrado coherencia y unidad en el Congreso. Sus 24 votos han contribuido a poner candados en la legislación para defender la democracia frente al desgobierno de Castillo. Ahora, sus adversarios políticos la critican por apoyar la iniciativa de adelantar las elecciones a octubre, a pesar de que todas las bancadas sabían que la izquierda boicotearía la segunda votación y no contarían con los 87 votos para ratificar el adelanto de elecciones para abril de 2024 y bloquearían toda propuesta de hacer reformas en la Constitución para seguir eligiendo “más de lo mismo” en el Congreso.

La izquierda, al frustrar las posibilidades de adelanto de elecciones, se ha fortalecido y busca tener elecciones en cuatro meses. Sigue poniendo presión en las calles para forzar la renuncia de Dina o para vacarla va a pactar en el Congreso con quien sea necesario.

Ante la renuncia o vacancia harán lo imposible para impedir que Williams asuma la presidencia, como le correspondería. La lucha será despiadada para censurar o cambiar la mesa directiva para poner al próximo presidente del Perú y del Congreso. Así podrían forzar la realización de un referéndum para imponernos una nueva Constitución. Tienen la seguridad de que, en este nuevo proceso electoral, con una ayudita de sus “amigos”, tendrían la aplastante mayoría que necesitan para lograr su anhelado sueño de cambiar o modificar la Constitución desde el mismo Congreso.

Algunos congresistas pensando en sus intereses personales “timbean” con el futuro de millones de peruanos. Se equivocan al pensar que las protestas van a pasar y ellos se van a poder quedar.

En medio de esta oscuridad, los partidos de derecha democrática parecen guiados por sus fosforescentes odios “anti”, en vez de buscar juntos “luz al final del túnel”. No son conscientes de que la única salida sólo la encontrarán trabajando unidos.

Los líderes de los partidos políticos que quieran sobrevivir deberían ponerse traje de bombero para enfrentar el fuego y la perversa narrativa radical. Defender lo indefendible les pondrá los reflectores en la cara, haciéndolos responsables del fracaso, mientras la izquierda “caleta” se sombreará.