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Erradiquemos la corrupción caviar

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Fecha Publicación: 17/03/2024 - 23:00
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El espacio más usado por la mafia caviar, obsesa por cambiar nuestros paradigmas, ha sido y es la Fiscalía de la Nación, convertida en centro de chantaje a nuestras autoridades electas, a la clase política, así como financiera, emprendedora, etc. y, también a la médula misma de nuestra sociedad. Pero lo más grave de todo es su desinterés por la salud y por la vida de los ciudadanos, permitiendo que delincuentes, inclusive criminales, abandonen inmediatamente -y sin cargo- las comisarías donde fueron conducidos por la Policía, tras apresarlos en flagrancia por intento de robo, tratativa de violación y/o incluso indicio de crimen. Sin embargo, hay pistas de que pronto el Congreso definiría que esa tortura estaría próxima a concluir, si es que, por fin, logra poner orden en la cuestionada Junta Nacional de Justicia JNJ. Lo que constituye un primer paso para frenar la manipulación caviar de nuestro Estado, que actualmente le genera un enorme perjuicio a la sociedad. Asímismo, produjo entusiasmo el anuncio que el Congreso abriría una diligencia preliminar, por tráfico de influencia, para investigar al fiscal de barro Vela Barba. Primero precisemos que este sujeto peligroso ha engañado al país en sus funciones como perseguidor del crimen durante siete años seguidos, prometiéndole en forma pertinaz cumplir sus obligaciones para investigar, imputar y denunciar a Odebrecht ante el poder Judicial; la más corrupta empresa que ha operado en el Perú durante sus más de doscientos años como República. Sin embargo Rafael Vela Barba, alineado con la constructora brasileña Odebrecht ha suscrito, conjuntamente con su camarada Pérez, un pacto secreto tripartito, documento que desconocen desde el jefe de Estado hasta el último juez de paz. ¿Acaso alguien autorizó a Vela Barba a pactar en solitario y bajo cuerda con Odebrecht? ¿Fue el ex fiscal de la Nación, Pablo Sánchez? ¿O fue voluntad personal de Vela? El hecho es que, gracias a ese alevoso documento, Odebrecht dejó de ser juzgada por nuestro Estado; y sus accionistas y empleados liberados de todo delito, y exentos de penas, multas, indemnizaciones, etc. Aparentemente, esa firma gansteril habría pagado muchos millones de dólares a quienes intervinieron, para que Vela y su partenaire en aquella aventura, Pérez Gómez, suscribieran el nefasto acuerdo sin que, durante todos estos años de “pacto secreto”, la ciudadanía, las autoridades -ni siquiera el propio presidente del poder Judicial- sepa una letra del contenido de semejante atentado contra la patria.

Lo único que queda es manifestar nuestro más hondo repudio por la podredumbre que comprobamos en el Ministerio Público, el Poder Judicial, la Junta Nacional de Justicia y otros entes del Estado que aún manipulan inconstitucionalmente y toman como chacra propia los caviares. Esta camorra, responsable de la corrupción que impera en este país, introdujo en nuestros poderes del Estado el virus morboso de la podredumbre. Quedan limpias entidades señeras como el Tribunal Constitucional y una todavía insuficiente mayoría parlamentaria, indispensable para consolidar el quorum fundamental que limpiará al resto del, ahora corrompido, aparato Estatal; o consiga reintroducir el consecuente cambio de mentalidad del peruano.

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