¡¡Errar es humano!!
Una respuesta aguachenta, para hacernos creer que somos lesos y ciertamente estúpidos, ensayó Jean Ferrari al volver Universitario de su amarga experiencia en Cajabamba dejando escapar el triunfo en el último minuto tras una falla infantil de Britos, cuya acción podría calificarse y con razón de que salió a “colgar ropa”.
No se adujo, por fortuna, a la consabida “garra merengue” para superar el incidente y evitar que el meta cometiera una descomunal metida de pata que en cualquier club podría costarle la permanencia en el titularato y de relancina un prolongado período de vacaciones (im) pagas.
Se parapetó en aquella frase de antología “errar es humano” y “perdonar es divino”.
El partido no tenemos mucha idea como fue porque no estamos suscritos al otro cable, ni nos interesa de verdad incurrir en otro gasto, para el discreto espectáculo que nos espera luego de tres meses de inopinada parálisis, ahora que ha vuelto el fútbol de la Liga 1, en medio de tantas advertencias y amenazas que podrían hacer volar en mil pedazos el torneo, y por fin, a la directiva de la FPF antes de sus elecciones en octubre próximo.
Cabe decir algo más sobre esta explicación ante nuestro desencanto del cable. Cuando el operador nos tomó el pelo y nos hizo el cambio de dólares a soles, aduciendo que “el servicio sería el más adecuado para lo que usted abona mensualmente”, se olvidaron de decirnos que la única razón para semejante decisión unilateral y a “manu militare”, era porque el dólar estaba controlado y el operador “perdía dinero” en ese contexto, en tanto tenía planeada, en forma paulatina e inmisericorde, cerrar cada tanto más canales manteniendo tarifas onerosas.
En medio de esas frases absurdas escuchadas en Jorge Chávez sobre lo sucedido con el golero uruguayo, al menos Fabián Bustos lució un mínimo de cordura y no se dedicó a pintarnos pajaritos, todo lo contrario, admitió que fueron 1, 2, 3 y 4, los errores cometidos para que Comerciantes Unidos alcanzara un empate que premia su empuje final.
Y sin vuelta que darle los malos ratos comenzaron días atrás cuando en la semana los “dirigentes” del club cutervino pensaron que llegaba Messi a la ciudad y colocaron precios astronómicos que lo único que consiguieron fue alejar a sus parciales y dejar más que desairadas las graderías de su estadio, originando que fuera un espectáculo ajeno a la algarabía de los suyos.
Pero la frase es adecuada.
Errar es humano y perdonar es divino.
Acaso el error capital de Britos y su sonrisa patética pensando que su defensa lo salvaría o de los manejadores de Comerciantes Unidos pretendiendo cobrar entradas de 200 soles y más, haciendo que la gente se sintiera burlada por ese trato inadecuado pese a que durante los últimos años, mal que bien, el cuadro de la zona merecía el respaldo de su afición.
Jugar con el público que paga una un boleto fuera de la realidad debe ser un motivo de reflexión antes que se vuelvan a cometer excesos como aquel del último domingo. Ya lo de Inter de Miami en Lima fue suficiente. El público no tiene en la puerta de su casa una vaca lechera, todo lo contrario, tiene lo justo para pagar una localidad que muchas veces incluye a alguien más de su entorno cercano.
Es necesario preservar la fidelidad del hincha. Con declaraciones coherentes claro que sí. La dirigencia o quienes estén a cargo de los temas futbolísticos y económicos debe ser gente sensata y con criterio, que estamos seguros sí las hay. Nuestro fútbol no puede permitir abusos. No hagamos aún más decadente la temporada 2025.
Por Bruno Espósito Marsán
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