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Errática política exterior

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Fecha Publicación: 17/06/2022 - 22:20
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Sorprende el errático rumbo de la política exterior de Argentina y México, cuyos gobiernos respaldan diplomáticamente a los regímenes dictatoriales de Cuba, Venezuela y Nicaragua, como en su momento apoyaron a Evo Morales luego del escandaloso fraude electoral que lo obligó a renunciar y asilarse en sus países.

Manuel López Obrador (MLO), jefe de estado mexicano, proyectó una candorosa visión sobre Cuba al decir que su homólogo Díaz-Canel era “un extraordinario presidente, trabajador, humano, muy buena persona. Un buen servidor público”, para luego anunciar la contratación de 500 médicos de esa nacionalidad y fármacos contra el COVID-19.

Este apasionado respaldo omitió señalar que el Partido Comunista se encuentra en el poder hace 63 años; que por hambre y represión han migrado de la isla un millón 300 mil seres humanos –según la ONU– y que sólo Dios sabe cuántos más estarán sumergidos en el fondo del mar caribeño al hundirse las improvisadas lanchas que los transportaban a la libertad. Soslayó referirse, asimismo, que en Cuba está prohibida la prensa no oficialista y agrupaciones de oposición, así como marchas de rechazo al régimen.

Patético, además, que al mismo tiempo que MLO lanzaba estruendosas loas a Díaz-Canel por órdenes de éste se encontraban encarceladas 1,302 personas que en julio del 2021 protestaron pacíficamente por mejores condiciones de vida.

De ese grupo 381 han sido condenadas a penas entre cuatro y veinte años de prisión. ¿Dónde quedó ese México insurgente que defendía los derechos humanos y repudiaba a las dictaduras, que durante décadas fue centro de asilo humanitario para millares de latinoamericanos? .

Pero MLO ha ido más allá en su sometimiento a Cuba, al no asistir a la Cumbre de las Américas porque Washington no invitó a los mandatarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua, olvidando que es derecho del anfitrión decidir a quien invita.

La propia resolución de la Cumbre de Quebec del 2001 estableció que constituye “un obstáculo insuperable” la participación de un Gobierno que violenta el estado de derecho y las libertades; apelando a ese principio –recordemos– el Perú desconvocó al dictador venezolano Nicolás Maduro de la cita de Lima del 2018.

MLO no fue a la Cumbre, pero su vocero y el mandatario argentino Alberto Fernández, protestaron por las sanciones a Cuba y Venezuela, anunciando la convocatoria a la CELAC, organismo que pretende reemplazar a la OEA porque ahí no se encuentran Estados Unidos ni Canadá.

Digámoslo claro: el bloque chavista se fortalece y avanza al incorporar a su ámbito nuevos aliados como Argentina y Mexico y el respaldo de regímenes extracontinentales, como China, Rusia e Irán. Lo insólito es que ese bloque, que tiene como ejes Caracas-La Habana exhibe los más altos índices de pobreza, inseguridad y corruptela. ¿Porqué entonces se expanden?

Las democracias del hemisferio deben analizar profundamente estos hechos para rediseñar estrategias e impedir que ese modelo autoritario termine avasallando las precarias instituciones republicanas. Por lo pronto, debemos reformar la OEA, en evidente declive, por inoperancia de los países miembros y por la posición ambivalente y sinuosa de su secretario general. De no hacerlo, la Celac terminará reemplazándola. Ese es el juego; solo hay que mirar con atención.

Pero hay otro hecho que no podemos pasar por alto: el respaldo a la invasión rusa a Ucrania y el ofrecimiento, por lo pronto de Nicaragua, de que Putin pueda utilizar su territorio para desplegar sus Fuerzas Armadas. Los gobiernos del hemisferio no han dicho una palabra ante esta gravísima oferta y la OEA ni siquiera se ha dado por aludida. Con esos silencios las dictaduras de la región continuarán avanzando.

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