¿Es recomendable el auto eléctrico?
Actualmente estamos expuestos a mecanismos de presunción por medio de la propaganda. Cada marca de automóviles se promociona de la manera que más le conviene comercialmente. No existe información imparcial como tampoco un control estricto sobre el valor real de un vehículo, y si este está reflejado en su precio de venta. Pudiera ser que un automóvil de las mismas características sea vendido a precios distintos, aun quitándole el valor de impuestos y transporte, en un continente u otro. Rigen los dictados de mercado, que tienden a aumentar las ganancias de las grandes industrias, por encima de los intereses del consumidor.
El automóvil eléctrico está tratando de introducirse en el mercado peruano. En tanto que en Alemania –donde hace más de cien años ya se expuso el auto eléctrico- se abre la discusión sobre si verdaderamente es conveniente su uso. Más aún ahora que el precio de la electricidad ha aumentado un 800%.
Partamos de un razonamiento simple. Un principio elemental de física nos informa que el consumo de energía está en proporción del peso y la velocidad de que se traslada un objeto. Pues bien, el automóvil eléctrico pesa casi el doble de uno convencional, por el enorme volumen de la batería. Y el procedimiento de guardar, y luego usar energía también genera una pérdida energética. A esto se suma el hecho de que el exceso de peso causa mayor fricción y por lo tanto desgaste de neumáticos y la pista. De ello deriva un aumento de un polvillo que, al ser respirado por un transeúnte, puede ser dañino.
Si bien es cierto que la contaminación, por el lugar que transita el vehículo, puede ser menor, este factor sólo concierne a emisión de gases. Pero hay otros elementos contaminantes. Además, la energía, en este caso eléctrica, tiene que ser ganada en otro lugar, y transportada, almacenada en la batería, para luego ser usada. Es decir, la contaminación afecta a otro lugar del mismo planeta, pero nos perjudica igualmente a todos.
Según expertos. una batería de un coche eléctrico, necesita 12 kilos de litio, 27 kilos de níquel, 20 kilos de manganeso, 15 kilos de cobalto, 90 kilos de cobre, y 190 kilos de aluminio, acero y plástico, promedio de 400 kilos de minerales, que tuvieron que ser extraídos y transportados y procesados para que pueda almacenar electricidad. Esta misma energía puede ser generada por el petróleo, el gas, el carbón, el agua o por procesamiento nuclear. En algunos países existe la posibilidad de que una pequeña fracción de electricidad sea ganada del viento y el sol.
Hay alternativas más viables sobre todo para el transporte pesado como es el hidrógeno que se adecuaría mejor a las características geográficas de nuestro país, así como a la apremiante situación económica. A pesar de su alto y desproporcionado precio, hay afanes comerciales para introducir el auto eléctrico en el Perú. Indecopi, y otras entidades deberían salir en defensa del consumidor. El Ministerio de Ambiente podría realizar los estudios pertinentes. ¿Pero tenemos en el país expertos en la materia?
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.