España reitera su apoyo al plan de autonomía del Sahara marroquí

El reciente viaje del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a Rabat, en que fue recibido en audiencia por el rey, Mohamed VI, ha tenido por objetivo central, reiterar la política exterior española, y, por tanto, la política de Estado del reino de la península ibérica, de apoyo, ciento por ciento, del plan de autonomía propuesto por el monarca alauita sobre el Sahara marroquí. En efecto, luego de su encuentro con el rey, el presidente socialista Sánchez, entonces, refiriéndose a la hoja de ruta bilateral entre España y Marruecos de 2022, expresada en la declaración conjunta del 7 de abril de ese año, y en otra, también conjunta, del 2 de febrero de 2023, dijo ante los medios de prensa en la capital marroquí, lo siguiente: “…Y ahí (en las aludidas declaraciones) claramente está fijada mi posición… por tanto, reafirmar la hoja de ruta fijada en el año 2022 y nuestro compromiso con la solución que ha planteado, sobre unas bases realistas, el Gobierno de Marruecos”. Pero ¿qué significa una propuesta de autonomía para la región del Sahara marroquí? Pues que el planteamiento presentado por Marruecos a las Naciones Unidas, en 2007, concede a las poblaciones saharauis, competencias administrativas por los órganos ejecutivos, legislativos y judiciales para viabilizar el desarrollo económico, comercio, inversiones y hasta en materia de presupuesto y de fiscalización, dejando, en cambio, a exclusividad las de soberanía al Estado marroquí, que incluye la seguridad nacional, la defensa exterior e integridad territorial, las relaciones exteriores y el régimen de explotación de los recursos naturales.

Una propuesta, a mi juicio, absolutamente sensata y justa. Aunque Sánchez no es santo de mi devoción, debo reconocer la coherencia de su actuación como hombre de Estado en este asunto específico, pues nuevamente ha viajado a Marruecos –hubo por supuesto varios otros temas en la agenda bilateral que vienen estrechando la vinculación española-marroquí, y eso me parece realmente muy bueno– para reconfirmar personalmente a Mohamed VI, la firme y decidida posición del Gobierno del reino de España, de su enorme complacencia con la referida propuesta de Marruecos, que ha sido considerada desde el derecho internacional y desde las relaciones internacionales, en su marco más idóneo, que es la Organización de las Naciones Unidas, como seria, realista y creíble. Atrás quedó la postura española distinta y distante y creo que Madrid desde 2022, principalmente, viene dando pasos de enorme madurez, al adoptar una postura perfectamente concordante con las reglas y principios fundamentales de la juridicidad internacional, cuyas entrañas de verdad están fundadas en la sólida base histórica que asiste de manera totalizadora a Marruecos. También es verdad que España no es el primer país que mantiene una línea de absoluta concordancia jurídica internacional al reconocer el referido planteamiento de autonomía del Sahara marroquí. Lo han hecho en los últimos tiempos, Estados Unidos de América, Israel, Alemania y hace muy pocos días, en nuestra región, el Gobierno de Panamá. Es tiempo de que el Perú haga exactamente lo mismo.

Excanciller del Perú e Internacionalista

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