España votando con incertidumbre entre derechas e izquierdas
Más de 37,4 millones de españoles aptos para sufragar, comenzaron a votar hoy en toda la península ibérica –de éstos, unos 2.5 millones lo hicieron previamente por correo–, para elegir a los nuevos representantes a la Cortes Generales del reino –en las más de 60 mil mesas electorales–, es decir, 350 diputados y 208 senadores –de los 266 que comprende– y de cuyo resultado, mirando si hay mayoría absoluta en primera votación o mayoría simple en una segunda, celebrada tan solo 48 horas después, deberá salir ungido el nuevo Presidente del Gobierno, previamente propuesto por el rey Felipe VI, una vez confirmado por el Congreso de los Diputados.
Son 4 los partidos relevantes, 2 de derecha y 2 de izquierda. Compiten con aspiraciones para conseguir la referida presidencia del Gobierno Español, de un lado, el favorito en las encuestas, el derechista Partido Popular (PP), con Alberto Núñez Feijóo, y, de otro, el oficialista y tradicional Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de la izquierda española, con Pedro Sánchez, actual presidente del Gobierno. Con ellos, en ese mismo orden, pero muchísimo más abajo, los extremos de cada uno, es decir, el ultraderechista VOX –que sigue creciendo año tras año– con Santiago Abascal, y Sumar, el partido de la vicepresidenta segunda del gobierno, la izquierdista, Yolanda Díaz, aliada de Sánchez. Estas elecciones, que debieron realizarse en diciembre de este año, fueron adelantadas por Pedro Sánchez luego de la estrepitosa derrota electoral del PSOE en las elecciones regionales y municipales en mayo último, decidiendo, en consecuencia, la disolución de las Cortes y la convocatoria a elecciones de hoy. Aunque Núñez Feijóo va favorito nada asegura de que pueda hacerse de una victoria con mayoría absoluta que le permita conseguir sin negociaciones la presidencia del gobierno.
Sabiendo que en política la negociación es imprescindible para la sobrevivencia, no parece haber sido estratégico soslayar públicamente de VOX, en la idea de querer ganar solos, esperanzado en los votos de los sectores moderados de la izquierda, que los hay, que desdeñan frenéticamente de Sánchez. Un riesgo que podría costarle el gran momento para el Partido Popular si consideramos en esa formidable circunstancia el evidente desgaste de Pedro Sánchez, harto imputado de mentiroso y de haber llevado al país, con sus aliados de la extrema izquierda, hasta el propio infierno de la desventura a la política, por cierto, sin registro en la historia española reciente.
Es verdad de que Núñez Feijóo, a diferencia de Pedro Sánchez, está más cerca de ganar que de perder, pero nada, absolutamente nada -ni siquiera el insoportable calor europeo- asegura su victoria. Si Pedro Sánchez obtiene una victoria, a diferencia de Núñez Feijóo que aspira a resultados absolutos, el alicaído presidente del Gobierno, podría conseguir optimistamente las condiciones para negociar retener el cargo que hoy ostenta. España va mejor económicamente y hasta acaba de asumir la presidencia del Consejo de la Unión Europea a la que ha fortalecido. Los españoles, entonces, se fijarán en los candidatos como personas –no es lo esperado pero pasa a menudo–, sopesando sus virtudes y defectos, antes que en los planes de gobierno.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
