Estacionar en Miraflores

Hace ocho meses soy vecina de Miraflores. La verdad, estoy encantada. La vida diaria toma aires festivos en sus callecitas, que increíblemente fueron testigos de una guerra que desangró a nuestra amada patria y presenció el dolor y muerte de sus habitantes.

Hoy Miraflores es uno de los tres distritos más destacados de la ciudad de Lima, con el privilegio de dar la cara a nuestro océano Pacífico. Luego de años de vivir de espaldas al mar, subvalorando este regalo de nuestra ubicación continental, Miraflores ha decidido demostrar que es un distrito inclusivo, diverso, cálido. Sus habitantes regulares se han acostumbrado, como en toda gran ciudad, a convivir con los visitantes de toda índole, desarrollando habilidades sociales que en otros lugares de Lima no las encontraríamos. Por ejemplo, en Miraflores la gente saluda y te mira al pasar; son amables y tolerantes con las mascotas, la mayoría de los automóviles respeta al peatón, etc.

Las ofertas culturales son diversas y para todos los bolsillos, pues habiendo espacios de ocio, el municipio fomenta actividades permanentemente.

Ni hablar de la gastronomía y los cafés, es interminable la cantidad de lugares para comer y tomar un buen café y disfrutar de postres peruanos y pastelería fina. La verdad, todo está muy encaminado a que se convierta en un breve plazo en el distrito líder de nuestra capital, todo bien, hasta que llegamos al estacionamiento en el distrito.

En estos meses he podido notar que en las amables calles del centro de Miraflores, funcionan empresas medianas que cuentan con una flota de vehículos (camionetas), debido al rubro de su negocio. Esto no está en tela de juicio, lo que sí violenta el derecho de los vecinos es que por ejemplo, estas empresas toman los espacios libres de toda la cuadra con su flota de camionetas y muchas veces, se extienden hasta la siguiente cuadra.

Son varias las oportunidades en las cuales me he acercado, primero a pedirles por favor, y luego a exigirles un poco de empatía con los vecinos, pues en mi caso, tengo padres adultos mayores de más de 80 años que deben buscar lugar para estacionar a varias cuadras de mi domicilio, mientras la flota de la empresa ocupa durante largas horas los espacios de parqueo que deberían ser para bienestar de los vecinos.

Sugeriría que la municipalidad solicite a las empresas con flota vehicular mediana o grande alquilar sus propios espacios para estacionar los autos de sus trabajadores y camionetas de flota, de modo que las personas mayores, aquellas con condiciones limitantes o madres/padres con niños, podrían hacer uso de los pocos espacios que hoy en día se encuentran en nuestro querido distrito.

Es una sugerencia, una opinión, siempre con el ánimo de mejorar y entender que la prepotencia, la corrupción y el abuso del más fuerte, deben ser descartados de nuestra vida en sociedad.

¡Por un Perú mejor, siempre!

P.D. No escribo de los acontecimientos políticos del 28 de Julio, porque ha sido un “28 light, flojo, sin nada que rescatar”. En quince días veremos qué pasa.

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