Estatuas y héroes

Molesta a la izquierda que propongan levantar en el Campo de Marte una estatua al policía. Enhiesto, resistiendo con su escudo. La simbología sirve en los conflictos, sirve a la moral. Algunos conciben la idea de quitar el Ojo que llora y levantar la estatua del héroe policial, quizás la de José Luis Soncco, quemado en Puno “por puneños”. Soncco no disparó una bala y se inmoló. Hay quien homenajearía también a los Chavín de Huántar en tan emblemático parque, donde ya se erige un monumento a los héroes del 41, gallardos soldados que defendieron a la Patria contra el Ecuador. ¿Por qué Campo de Marte? ¿Réplica de algo? ¿Y qué tal el Campo de los Héroes de la Patria?

Obvio que un buen homenaje es el incremento del ingreso, tema que importa a la moral de los que resisten piedras, palos y armas hechizas frente a las turbas. Por cierto, y ya que se lee a algunos periodistas tomar partido por los violentos, la ciudadanía no tiene legitimidad para la violencia, la Policía tiene legitimidad para la fuerza, el Estado monopoliza su uso. La proporcionalidad se refiere a la progresión y no a la abstención de la fuerza, porque una piedra lanzada por una huaraca tiene el impacto de una bala de calibre 45 por velocidad e impacto. Es letal como una pistola. El policía no es un muro de contención, sino una fuerza de seguridad. Se le exige prudencia y equilibrio para no violar derechos humanos, no que sea una piñata o se deje matar como el heroico Soncco en Puno.

A la presidenta Dina Boluarte y a las fuerzas de seguridad no se les puede atribuir crimen alguno si no es una política de acción (no de reacción) o un acto individual y excesivo. Tanto el gobernante como el policía tienen la obligación de defender al Estado y a la sociedad, por lo que toda reacción racional es válida como la legítima defensa lo es entre individuos en el plano penal. No existe una política de Estado de persecución, no se trata de una acción estatal que genere una reacción, sino al revés, violencia de gentes en la primera línea que genera una reacción que enmarca en el Derecho. Detrás va una multitud que no sabe qué hace ni qué importancia tiene la Constitución en sus vidas. Unos billetes solo por desestabilizar a la Patria, mal.

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