Estrategia comunicacional del Perú
Comunicar es hacer saber algo. Para ello es necesario manifestarse y tener un mensaje claro de lo que se quiere transmitir. En el idioma alemán, la palabra que se emplea para embajador es Botschafter, que significa mensajero. Lo que tiene mucho de verdad.
Como lo afirmo en mi libro Diplomacia y Opinión Pública, publicado por una universidad de prestigio, tanto la diplomacia como el periodismo tienen sus raíces en servir al público. Su profesionalismo nos obliga a una ponderación que es fruto de una adecuada preparación. Tanto el diplomático como el periodista deben mantener un ejercicio diario de observación y análisis, así como de comprobación de la abundante información que hoy circula.
No se trata solo de lanzar un mensaje, sino de que sea aceptado. Para ello no se debe confundir lo que es propaganda, ni caer en la tentación de contratar una agencia publicitaria para ese fin. Me consta el buen propósito de Promperú , incluso ofreció un estupendo espectáculo culinario así como bailes cuando presentó una novela mía en la Feria del Libro de Frankfurt. No obstante, en la FITUR, feria de turismo de Madrid, hace pocos días, puso en evidencia de que no se trata ahora en momentos de crisis, de solo de promocionar pisco y servir ceviche, cuando algunos peruanos irrumpieron con banderas en la mano para usar el foro con fines políticos. Eran pocos, un número menor que el de los miembros de nuestra embajada, pero alertaron las redes sociales. Pocos días después sucedió algo parecido e igualmente censurable en la presentación de un libro en Madrid al que concurrió nuestro embajador.
Es importante tener en cuenta la capacidad y preparación del mensajero. Hasta el momento solo un representante diplomático peruano, que se sepa, logró que un diario extranjero publique un artículo con su firma. Tampoco tiene el efecto deseado el envío de cartas que suponen aclarar lo que un periódico ya ha publicado o lanzar comunicados. Los medios en el exterior tienen hoy fuentes profesionales de información. La televisión alemana, por ejemplo, envió sus corresponsales y difundió imágenes propias. El embajador peruano en Berlín Elmer Schialer obtuvo, con marcado éxito, que se le entreviste para aclarar las cosas. Este esfuerzo puede ser complementado por los propios peruanos que viven en el exterior y que tengan experiencia comunicacional, o que ejerzan una profesión o actividad que los haga conocidos en el medio y les dispense crédito.
Diplomáticos y periodistas compartimos la visión de un Perú mejor, que integre las capacidades de los peruanos que viven en nuestro territorio o residen fuera del país. Hubo algunos proyectos en ese sentido, como la creación de los llamados Consejos de Consulta en los Consulados peruanos, o la integración en el Congreso a parlamentarios elegidos por las comunidades peruanas en el exterior. Durante el ejercicio de ambas profesiones, he podido comprobar que hay una enorme capacidad no aprovechada, como es el caso de escritores o artistas peruanos que llegan, con su propio prestigio, a la aceptación de un público diverso en distintos países del mundo.
En este mismo sentido es oportuno no ignorar la buena voluntad expresada por eminencias mundiales, como el Papa Francisco, que llama a la unidad de los peruanos, para concretar sobre la base de ello mecanismos de concertación.