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Europa, Declive y Retos Globales

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Fecha Publicación: 05/01/2025 - 21:50
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Europa, alguna vez centro de poder global, enfrenta un declive que amenaza su relevancia en el siglo XXI. Para afrontar estos retos, la Unión Europea encargó un informe a Mario Draghi, ex primer ministro italiano, con el propósito de salvar al bloque mediante una visión sobre las capacidades del viejo continente, buscando revertir la desalentadora coyuntura que podría desplazarlo hacia un rol secundario en el escenario global.
Uno de los principales problemas europeos es el estancamiento económico, con un crecimiento de apenas 0,9 % en 2024, mientras Estados Unidos creció 2,8 % y China 4,6 %. La Unión Europea representa el 17 % del Producto Bruto Interno (PBI) global, aunque sumando el resto de Europa con Reino Unido, Noruega y Suiza, la cifra asciende al 24 %, inferior al 26 % de Estados Unidos, pero superior al 17 % de China. Sin embargo, el Indo-Pacífico, liderado por China, concentra el 62 % del PBI global como centro de gravedad económica mundial.
La demografía es un factor crítico. En 1900, Europa tenía un 20 % de la población mundial, cifra hoy inferior al 6 % debido a bajas tasas de natalidad y una población envejecida que genera presión sobre el sistema de bienestar social, con un gasto en constante aumento que representa un 50 %. El modelo europeo, costoso e insostenible sin crecimiento económico, pone en riesgo la calidad de vida.
El gasto militar es otro factor crítico. Estados Unidos invierte 900 000 millones de dólares en defensa, China 296 000 millones y Rusia 109 000 millones; mientras 27 países de la Unión Europea gastan 321 000 millones, superando a China, pero sin una estrategia unificada. La defensa europea está fragmentada, con sistemas incompatibles entre sí y una escasa eficacia que refuerza la dependencia de Estados Unidos y la OTAN para garantizar seguridad. La ausencia de estrategias militares comunes debilita a Europa frente a potencias como Rusia y China, algo demostrado en la guerra en Ucrania. Estados Unidos presiona a Europa para aumentar el gasto militar, evidenciando su frágil modelo.
Jorge Dezcallar, especialista en inteligencia, resume esta situación: “Europa cometió tres errores estratégicos: poner su seguridad en manos de Estados Unidos, su energía en manos de Rusia y el comercio en manos de China”. Pero Europa ve reducida su capacidad para influir en decisiones internacionales, mientras potencias emergentes como India y Brasil ganan terreno en foros multilaterales, con una creciente relevancia del Indo-Pacífico desplazando la atención sobre el Atlántico.
Internamente, el debilitamiento económico afecta la calidad de vida europea, con un sistema de bienestar difícil de sostener y un descontento que propicia el auge de partidos populistas y euroescépticos, dificultando la cohesión política del bloque. El Brexit y la fragmentación en políticas migratorias, energéticas y de defensa exacerban las divisiones.
Pero Europa tiene opciones para revertir su declive: mayor integración política y económica, estrategias industriales buscando liderazgo en innovación tecnológica, e incorporación de inteligencia artificial para consolidar una posición competitiva en el escenario internacional. Esto incluye políticas de defensa común, armonizar inversiones militares, fortalecer la industria tecnológica y energética, y reducir la dependencia de potencias externas.
Incentivar el crecimiento y la sostenibilidad implica, además de invertir en sectores tecnológicos, implementar políticas de natalidad y fomentar la integración de los migrantes; estableciendo relaciones comerciales equilibradas, reduciendo la dependencia de China y fortaleciendo vínculos con economías emergentes.
Revertir el declive europeo requiere un cambio de rumbo. Europa debe adaptarse a un mundo multipolar, desarrollando capacidades, superando divisiones internas y enfrentando desafíos externos. La unificación, innovación y diversificación son claves para recuperar su posición como actor global influyente, evitando convertirse en una potencia de segundo orden en un escenario dominado por el Indo-Pacífico.

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