Europa nos necesita ahora
Esta semana se realizará la cumbre de la CELAC en Bruselas, convocatoria al más alto nivel. La Agenda contiene, como se acostumbra, una serie de temas respecto a la relación entre Europa con América del Sur y el Caribe. Debemos ponernos de acuerdo sobre nuevas estrategias para viejos problemas.
Sería saludable pensar, además de los consabidos temas políticos, económicos y medioambientales, en programas de re-migración, que faciliten oportunidades de trabajo a los sudamericanos de origen europeo; especialmente los que migraron en alguna oportunidad de Europa hacia el Perú, como consecuencia de las diversas guerras que afectaron al Viejo Continente. Ellos aportan valores comunes e intereses complementarios, lo que facilita indudablemente su integración así como un aporte efectivo y eficaz.
Los acontecimientos en Francia, a raíz del homicidio cometido por un policía que ultimó a un menor de edad, recuerdan diversas opiniones. Las más extendidas se refieren al peligro de la presencia de musulmanes en Europa. El problema es más complejo que religioso y racial: es la falta de oportunidades en sociedades tan desiguales con una marginación masiva, en tanto que ofrecen poca integración: ello desencadena actos de violencia, que no solo se ven en Francia; la Europa de hoy sufre una contracción demográfica, lo que la obliga a compensar ello con la migración. Sin los migrantes no funciona la cadena de servicios que mantiene a una ciudad como París o Berlín, que va desde los que recogen la basura, ofrecen el servicio de taxi a cualquier hora, hasta los que trabajan en los hospitales. La tendencia ha sido que esta fuerza laboral venga de África cercana, y, además, movilice a los que aceptan peor pago.
Recién este año Alemania descubrió que lo mejor sería obtener esta ayuda indispensable en América Latina. Ello motivó el viaje del ministro federal de Trabajo a nuestro continente, sabiendo que amalgama lo latino, así como mucho que a través de los siglos vino de Europa.
Por otro lado, Europa está sintiendo los efectos de su dependencia económica con Rusia. A raíz de la crisis en Ucrania -y las sanciones impuestas-, el precio de la energía subió considerablemente propiciando una inflación que no se detiene. Al momento de escribir esta columna, en Alemania se está concibiendo un marco estratégico para sus relaciones con China. Al igual que en el caso del Perú, China es el principal socio económico, y se teme una dependencia.
Eso lo comenté hace cerca de un mes en un artículo publicado en esta columna. Que tuvo en países europeos una positiva reacción, como muestra gloso un correo que he recibido: ”Como política, periodista y comunicadora he leído con especial interés su artículo publicado en el diario Expreso sobre el Bloque Latino. El Perú y Rumania son efectivamente países en los que vive aún lo latino. Fortalecer los lazos de amistad en base a elementos comunes entre los pueblos sería una contribución importante para el desarrollo de las relaciones internacionales.
En mi trayectoria política tendré muy en cuenta la amistad y necesaria cooperación con diversos países. Lo importante son los valores comunes, así como los intereses complementarios. Y esto se resume en la idea del Bloque Latino Universal, que nace del político peruano Moisés Pinto Bazurco, una iniciativa histórica que aún ahora en tiempos difíciles de un nuevo orden internacional es bienvenida en Rumania. Con especial consideración, Doris Lupu. Especialista en Relaciones Internacionales Sibiu-Rumania”.
Es hora de fomentar el Bloque Latino Universal que facilite una re-migración estratégica que acompañe a otros proyectos económicos y ambientales. Si Europa no se acerca con prontitud a América Latina con iniciativas concretas, habrá algunos que se incomoden en que los países latinos podrían sumarse a los BRICS y así gravitar en un nuevo orden mundial.
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