Evo Morales, nuestro primer enemigo
Este no es mi primer artículo dedicado al expresidente de Bolivia, Evo Morales Ayma. Desde hace dos décadas el depuesto mandatario boliviano, que ahora comparte el poder con su compinche Luis Arce Catacora, ha venido desarrollando una labor de zapa en nuestras relaciones bilaterales, para conspirar contra nuestra integridad territorial. Ha venido empleando diversos métodos, el primer y más efectivo, lograr que Bolivia se convierta en un Narco Estado, privilegiando la producción de coca y de cocaína.
Sin embargo, eso no significa que descontinúen sus actividades legales, sino que las colocan en una segunda prioridad. Si Bolivia tiene la oportunidad de desarrollar un proyecto minero de importancia, tratarán de llevarlo adelante. Desde su advenimiento al poder Evo Morales propulsó una reforma en los términos de la explotación del gas, mediante la cual cambió los porcentajes de distribución.
Antes era 80 % para el productor y 20 % para el Estado, a partir del año 2006 fue exactamente al revés. ¿Qué pasó, se fueron las empresas contratistas? No, se quedaron pero no invirtieron un centavo en exploración y solo lo indispensable en mantenimiento, mientras que extraían y vendían todo el gas. Al cabo de 15 años las reservas de gas se han diezmado y es muy probable que en la próxima década, a menos a que se invierta en exploración, las reservas de gas de Bolivia se terminen y el país dejará de exportarlo.
¿Cuál es la otra modalidad utilizada por Evo Morales para hostilizar al Perú? Runasur, que es una combinación de dos palabras, runa en quechua persona y unasur, vago proyecto de unión sudamericana de naciones, distinto de los pactos de integración y comercio, como por ejemplo Mercosur, la Comunidad Andina hoy en crisis, etc. Runasur, por lo tanto, es un proyecto político en el cual los aspectos económicos son secundarios, privilegiándose el interés de Evo Morales de desestabilizar al Perú.
Por eso escogió al Cusco como sede del Runasur hasta fue vetado por el Gobierno. Mientras tanto Evo Morales y sus corruptos secuaces se han infiltrado muchas veces en el territorio peruano, particularmente en la región fronteriza de Puno, esparciendo un mensaje de odio y división contra la Peruanidad. Evo Morales es una persona que ha hecho de la conspiración contra el Perú la razón principal de su existencia. Está con una orden de detención si entra al Perú.
¿Cuál es el otro método de desestabilización contra el Perú? La nación aimara, que solo existe en su afiebrada imaginación. Los aimaras son una etnia ancestral con su particular idioma, que viven en la región de Puno y en los departamentos bolivianos de La Paz, Oruro y Potosí, así como en las partes altas de las regiones chilenas de Arica, Tarapacá y Antofagasta. La idea de la nación aimara amenaza la soberanía de Perú y Chile, si a ello le sumamos la ideología de Estado Plurinacional propugnada por Evo Morales. Esta situación ha generado que los gobiernos de Boric y Boluarte depongan cualquier diferencia para ponerse de acuerdo en sus planes de seguridad territorial para preservar sus respectivas soberanías. Nuestro enemigo público ha fracasado en su tarea de quebrarnos.
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