¿Existe plan operativo de control posterior para partidos de papel?
El Perú atraviesa una severa crisis de representación, creo que esto todos estamos claros, no hay nuevos liderazgos, nadie que atraiga masas o genere consensos que no sea fruto de tomas o dacas en asuntos de interés de carácter partidario o personal en el Congreso, la calle en temas de coyuntura hierve, las líneas telefónicas se saturan cuando son abiertas por los medios para que los ciudadanos opinen, personas bien estructuradas al hablar que deja claro que el peruano está bien Informado de la situación socio política del país y del deterioro de sus instituciones, pero está tan hastiado y decepcionado de la política y en muchos casos de sus líderes visibles, que prefiere abocarse a su trabajo o actividades económicas que el hacer de tonto útil a quien señala ser el caudillo que le sacará de la pobreza o del desempleo y que luchará denodadamente por erradicar la corrupción, esta última frase lamentablemente tan desgastadas que más bien hace desconfiar de quien las repite como muletilla.
Luego entonces, si es tal el desapego por participar activamente en la vida política del país, salvo excepciones, cómo explicar que en lo que va de este año, tengamos 25 organizaciones políticas con inscripción vigente ante el Jurado Nacional de Elecciones, muchas de las cuales cuentan con representación parlamentaria en el Congreso y 11 en etapa de evaluación y verificación, que de lograrlo le haría tener al Perú la psicodélica cifra de 36 organizaciones o partidos nacionales, si es que no son más, habilitados para presentarse por lo pronto a las Elecciones Generales del 2026..
¿Cómo puede explicarse una cosa así?, hasta hace unos años, era un parto inscribir un partido, quizá podía existir como tal, como colectivo o asociación, pero no estar registrado ante el Registro de Organizaciones Políticas – ROP del JNE., se tenía que satisfacer un mundo de requisitos.
El común de la gente, no experta en temas electorales, pudiera pensar que bastaría pasar una especie de check list (lista de chequeo) de requisitos y quien sabe uno que otra exigencia para ¡Zas!, lograr la inscripción.
Si fuera ahora menos engorroso registrar un partido ante el JNE., mínimamente debiera tenerse un Plan Operativo de Control Posterior de tales organizaciones, a fin de fiscalizar si hacen vida partidaria, si presentan actividad de sus Bases, si se cumple con capacitarles, enseñarles sus derechos y obligaciones, fortalecer la participación femenina en cargos directivos y si los locales que registraron como sus sedes, lo siguen siendo y mantienen un horario de puertas abiertas.
No hay que ser agorero para presagiar que tales locales partidarios ya no lo son, fueron prestados hasta lograr la inscripción de sus partidos o son casa-hogar de sus dirgentes.
El ente rector para hacer este control posterior es el JNE, que bien podría realizar este trabajo conjuntamente con la Defensoría del Pueblo y evacuar un informe que resuelva recomendaciones y sanciones, que pudiera llegar hasta la cancelación de la inscripción, ya que el participar activamente de la vida política del país, es un Derecho Humano, catalogado como Fundamental y no hay razón para que las llamadas cúpulas o el buró político que las dirige, haya utilizado sus firmas y nombres para solo lograr su personería, amén de que la base de la institucionalidad son los partidos políticos.
¡Control posterior señores del JNE!, sino en los próximos comicios el voto se fragmentará, se difuminará y saldrán ganando partidos políticos de vieja data que cuentan con un voto duro que no representando una mayoría abrumadora, cumpla con pasar la valla electoral y exigir su cuota de poder. Más de lo mismo.
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