Experiencia y profesionalismo

En tanto en el Perú nos estamos estancando aun es las diferencias que marcaron la campaña electoral, en el mundo se han superado las diferencias ideológicas, y los gobiernos se encuentran dedicados a la lucha contra la pandemia, así como la inflación que amenaza la calidad de vida de millones de personas de países ricos, y la existencia de aún más personas en las regiones más pobres.
El sistema global se ha vuelto interdependiente, porque los Estados tienen que afrontar desafíos enormes para mantener la gobernabilidad. El sistema financiero tiene que lidiar con monedas digitalizadas, así como con empresas que tienen mayor capacidad económica que muchos países. Ello demanda una inteligente concertación entre los Estados en base a intereses complementarios.
Esta situación exige esfuerzos extraordinarios en política interna, así como con una acción internacional eficaz tendiente a lograr una mayor justicia social.
En esta realidad resultan de la mayor importancia los lineamientos de la política exterior expuestos por las más altas autoridades de la Cancillería con ocasión del Día del Diplomático –que debería llamarse Día de la Diplomacia– en que resalta la mayor inclusión social, así como la relación constructiva con todos los países sin barreras ideológicas.
Para poner en práctica la política exterior es necesario que sea ejecutada por profesionales con experiencia. El capital de trabajo de un diplomático es su prestigio, así como las relaciones que pudo ganar a través del tiempo La diplomacia no se improvisa, porque requiere competir con profesionales de otros países altamente experimentados. .
Es por ello también alentador la señal positiva que nos dan los nuevos nombramientos en Torre Tagle, tanto en altos puestos en Cancillería como respecto a responsabilidades en el Servicio Exterior: El tener un profesional de larga experiencia ante la Organización de Estados Americanos podrá determinar que en esta organización regional se impulse ejes de interés globales , en los que el Peru concertar con un importante número de países latinoamericanos. Esto abre la posibilidad de que un diplomático peruano pueda ser por primera vez en la historia, secretario general de la OEA.
El embajador Forsyth pertenece al selecto grupo de diplomáticos cesados por el fujimorismo en 1992 y fue elegido como Congresista por el partido de Pérez de Cuéllar. Mas tarde retorno al Servicio Diplomático desarrollando una brillante carrera
Hoy los diplomáticos formados por Pérez de Cuéllar, marcados por una profunda vocación democrática, constituyen una reserva profesional muy importante en Torre Tagle.

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