Vía expresa
Soy vecino de Surco desde niño. Antes vivía en el hermoso parque Melitón Porras en Miraflores, pero por mi asma el doctor recomendó un sitio más seco y por mí la familia recaló en Higuereta. Luego de unos cinco felices años, mi padre se mudó al sueño de la casa propia cuando tenía 14 años. Mi casa queda en la urbanización Los Rosales, frente a la avenida Ayacucho que empieza en los linderos de Surco Viejo, cruza Tomás Marsano y culmina en Benavides.
Lo cierto es que desde que nos mudamos, mi padre siempre nos tuvo al tanto de que en algún momento el espacio que separaba Surco Viejo de la avenida Ayacucho era el trazado previsto para la continuación de la Vía Expresa, que hasta hoy termina en Barranco. En esa época aún no había el boom inmobiliario en las inmediaciones de los linderos de Surco Viejo y el trazado de la futura Vía Expresa era un terral. Con el tiempo se fueron levantando edificios y los vecinos, en comunión con los diferentes municipios, fueron creando zonas verdes y losas deportivas en el trazo de la Vía Expresa. Árboles fueron plantados y se formaron bosquecillos.
Cuando yo, de muchacho, veía cómo el páramo se convertía en jardines y parques, me dije: qué pena que cuando por aquí pase la ampliación de la Vía Expresa se tenga que talar todos estos árboles y desmantelar todas las áreas verdes. Yo razonaba cómo la municipalidad de Surco no había previsto esta contingencia y estaba levantando un castillo de arena. Obviamente, a los vecinos de los alrededores tampoco se les ocurrió que en algún momento la Vía Expresa se haría realidad, así que dieron la bienvenida a parques y bosquecillos.
“Eso nunca va a pasar”, me dijo un vecino sobre la posibilidad de que la prolongación de la Vía Expresa vea la luz del día. Bueno, pues: la vio. El actual alcalde Rafael López Aliaga ha decidido hacer realidad la prolongación de la Vía Expresa por el trazo planificado hace décadas, el siglo pasado, y ha tenido que remover, obviamente, todo lo que estaba en el área. Los vecinos aledaños han puesto el grito en el cielo en consonancia con el alcalde de Surco, Carlos Bruce.
No tienen razón ni derecho a protestar. Lo cierto es que ambos, vecinos y alcaldes, sabían que “construían” sobre el lecho de un río o una quebrada, como lo hacen en todo el país miles de compatriotas habilitados por los alcaldes. Sucede que, en algún momento, hay un huaico y se lleva todo lo que encuentra a su paso. En este caso, es el huaico del progreso encarnado en la continuación de la Vía Expresa el que se está llevando aquello que nunca debió estar ahí. Incluso un colegio prestigioso construyó en el área prohibida y varios ocupantes precarios se asentaron ahí. Ahora todos tendrán que salir o ya fueron desalojados.
De inmediato ya salieron los criticones y políticos demagogos a pedir empatía con los vecinos y los desalojados. Es como si le pidieran al huaico tener “empatía” con los damnificados. Hay que reflexionar sobre lo transversal en lo social que es el uso de zonas prohibidas para construir pero que nadie respeta. Luego lloran.
En el Perú hay un montón de llorones, interesados o no. Recuerdo cuando se empezaron las obras de modernización del parque Kennedy, en Miraflores. Un actor llegó a decir que el nuevo parque iba a ser una “oda al cemento”. Bueno, el parque es un emblema verde de Miraflores y hoy nadie piensa que se destruyó el parque. Similar ocurrencia se produjo cuando se construyó Larcomar, haciendo cambios en el Parque Salazar. Un vecino colgó un cartel en su ventana que decía: “Larcomar, respiradero de humos”. El parque se conservó y el centro comercial en el acantilado es un gran atractivo para todas las clases sociales.
Lo cierto, lo concreto y lo real es que la prolongación de la Vía Expresa es una gran obra que beneficiará a millones de limeños y que alguien tuvo por fin la voluntad de hacerlo. Por si acaso, no trabajo en ninguna municipalidad ni estoy inscrito en ningún partido político, como algunos criticones y demagogos.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.