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Finanzas sostenibles en el contexto de la reactivación económica

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Fecha Publicación: 09/08/2021 - 22:20
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Por Edmundo Lizarzaburu Bolaños

El pensamiento sobre las finanzas sostenibles ha pasado por diferentes etapas durante las últimas décadas. El enfoque está cambiando gradualmente de las ganancias a corto plazo (Friedman, 1970) hacia la creación de valor a largo plazo (Tirole, 2017).
La sostenibilidad de las finanzas ha tomado una mayor relevancia desde hace unos años, pero sobre todo producto de la pandemia, porque adopta criterios éticos, de integridad y considera los factores que provienen de los grupos de interés que tienen una relación directa o indirecta con las operaciones de la empresa.
En la actualidad, las Finanzas Sostenibles tienen dos pilares que resaltan: el medio ambiente y la sociedad, es decir los recursos y las personas, es por ello que se evidencia una preocupación más tangible por parte de las empresas en los productos y servicios que comercializan, sí como de que manera se busca que el impacto en los pilares antes mencionados sea positivo.
El impacto en la economía es representativo, en vista de que las empresas hacen una “toma de conciencia” sobre el impacto de sus actividades y acciones, se genera así, una rentabilidad social y una financiera.
Rentabilidad social, porque el impacto positivo puede llegar a más personas, no solo en el “cuidado del medio ambiente”, sino también en la “salud” de las personas. Es decir, hablar de una rentabilidad que se mide sobre la base de un mayor beneficio para la “comunidad”.
En el caso de la rentabilidad financiera, está centrada en los resultados de la empresa, la utilidad para el accionista que se logra por la eficiencia que se ha desarrollado para ser sostenibles, y consideran mejoras para los colaboradores, eficiencia en los procesos e implementación de acciones de prevención para mitigar así los riesgos que impactan en el cumplimiento de sus objetivos.
La sostenibilidad financiera, también esta relacionada con el desarrollo sostenible que es un concepto integrado con tres aspectos relevantes: económico, social y ambiental, es decir tienen puntos de coincidencia.
Uno de los requisitos para que las finanzas sean sostenibles es la reorientación de los flujos de capital hacia inversiones sostenibles, es decir, se debe tener integrado aspectos ambientales, de aseguramiento de calidad, entre otros.
En el Perú, desde el 2015 se cuenta con un Reglamento para la Gestión del Riesgo Social y Ambiental (Resolución SBS N° 1928-2015), que busca promover la implementación de prácticas de buen gobierno corporativo y alinear los intereses de la institución al cumplimiento de estándares que configuren un sistema sólido, íntegro y de respeto a la legalidad. Esta norma establece los requerimientos para gestionar el riesgo social y ambiental, promoviendo las buenas prácticas entre entidades financieras, reduciendo la probabilidad y severidad de los conflictos sociales asociados a las actividades a las que otorgan créditos.
Asimismo, debido a la crisis originada por la pandemia de la Covid-19, el Ministerio del Ambiente y gremios que agrupan a múltiples instituciones financieras, se suscribieron en octubre del año pasado el “Protocolo Verde”, el que busca impulsar el desarrollo de proyectos que den prioridad a los aspectos ambientales en el contexto de la reactivación económica.

Profesor de la carrera de Administración y
Finanzas de la Universidad ESAN

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